Italia, de regreso a su concentración en Montpellier, ha comenzado a preparar el encuentro contra Antonio Conte pendiente de la evolución de Antonio Candreva, que comienza a hacer trabajo de grupo, pero también preocupada por la situación con la que afronta el partido todo el bloque defensivo italiano, apercibido de suspensión.
Italia ha patentado en esta Eurocopa su propia BBC, que como no podía ser de otro modo es defensiva. Bonucci, Barzagli y Chiellini, que cuentan por detrás con otra B de garantías, Gianluigi Buffon.
Los cuatro forman una de las claves sobre las que se asienta la selección de Antonio Conte , el bloque defensivo del Juventus, al que el seleccionador ya dirigió como técnico de la Vecchia Signora.
Forman, en palabras de Daniele De Rossi, "la mejor defensa del mundo", un orgullo en un país cuya cultura futbolística valora mucho que no se encajen goles.
Todos, incluido Buffon, están amonestados y se perderían los cuartos de final en el caso de que viesen una tarjeta e Italia derrotase a España, lo que puede condicionar su intensidad a la hora de controlar los ataques españoles.
A estos cuatro se añaden, además, Daniele de Rossi, el jugador que da equilibrio al centro del campo, más Thiago Motta, el meta Salvatore Sirigu y los delanteros Eder, Lorenzo Insigne y Simone Zaza.
Además, espera la reincorporación de Antonio Candreva que ya comienza a hacer trabajo de grupo.
Candreva es uno de los jugadores que más se han revalorizado, que interesó al Atlético de Madrid y por el que pugnan el Inter de Milán y el propio Chelsea, que dirigirá a partir de julio Antonio Conte.
El centrocampista del Lazio ya sabe lo que es poner en aprietos a Jordi Alba por su banda, como demostró en el partido que ambas selecciones disputaron en la Copa de las Confederaciones, en 2013, por lo que su concurso como interior derecho es indispensable para Conte.
Tras lesionarse en el aductor de la pierna derecha durante el encuentro frente a Suecia, los médicos diseñaron un plan para que llegase a tiempo al encuentro de octavos, puesto que el seleccionador, con su equipo ya clasificado como primero de grupo, iba a utilizar el encuentro frente a Irlanda para hacer pruebas.
No se quiso que forzase y el centrocampista del Lazio sigue los plazos fijados con la esperanza de jugar los octavos.
Italia aguarda el partido contra España con una mezcla de miedo a encadenar una tercera eliminación consecutiva en la Eurocopa frente a la Roja, pero también con la idea de aprovechar el choque que supuso para los de Vicente del Bosque terminar segundos de grupo cuando ya se veían ganadores de su llave.
El juego de la selección italiana en Francia 2016 ha ido ganando adeptos de tal forma que el encuentro frente a Irlanda, en el que los de Conte no se jugaban nada fue seguido en total por 17.560.000 espectadores, con una cuota de audiencia del 63'44 por ciento, mientras que las apuestas por los "azurri" alcanzan ya 16 millones de euros, en tres encuentros.