Mario Götze no ha tenido una temporada fácil. Las lesiones y la falta de confianza de Pep Guardiola en los momentos decisivos del curso, minaron la moral de un jugador que fue el héroe de Alemania en la final del Mundial de Brasil de 2014. Ahora, dos años después, el "Iniesta" alemán vive incomprendido su aventura en la Eurocopa.Juan José Lahuerta
Götze no se parece en nada al jugador español. Su juego es muy distinto y las diferencias son abismales. Pero tienen algo en común: dieron un Mundial a su selección con una aparición vital que decantó toda una final.
Si Iniesta lo hizo ante Holanda en 2010, Götze lo logró cuatro años después. Y, como el jugador del Barcelona, también en la prórroga, pero ante Argentina y no frente a Holanda. Con sólo 22 años consiguió que Alemania levantara su cuarta copa del mundo.
Sin embargo, a Iniesta le aplauden por casi todos los campos de España (San Mamés es una excepción) y ha sido alabado en esta Eurocopa. Es un mito eterno gracias a ese tanto y nadie olvida aquella acción. Es muy difícil escuchar una crítica dirigida al jugador español y menos en este torneo, en el que está rindiendo a buen nivel.
Pero en Alemania no son así con Götze. El jugador del Bayern Múnich ha sido una de las dianas de público y de la prensa por la falta de gol de Alemania en la fase de grupos. Sólo tres, obra de Mario Gómez, Bastian Schwensteiger y Shkadar Mustafi, lucen en el casillero germano. Y, eso, no gusta en un equipo que siempre busca la perfección.
Joachim Löw alineó a su jugador de falso nueve. En el primer partido contra Ucrania, no marcó. Fue sustituido en el minuto 90 por Schweinsteiger y dio la casualidad de que el jugador del Manchester se encargó de sentenciar el partido con el segundo tanto germano.
Después, contra Polonia, el partido acabó sin goles y se fue del campo en el minuto 66 por André Schurrle, que también le sacó del césped contra Irlanda del Norte en el minuto 55. Götze no rindió a su máximo nivel en una rueda de prensa tuvo que defenderse.
"El fútbol es así. A veces eres un perro, a veces eres un árbol. Somos los suficientemente profesionales para que no nos afecten las críticas, que son parte de este negocio. Todo el mundo sabe cómo manejarlas y convivir con ellas", dijo.
La situación actual de Götze se podría explicar mirando al pasado. Tal vez todos sus males empezaron en julio de 2015, con unas declaraciones de su representante Voker Struth, que lanzó un dardo envenenado y tal vez sin mucho sentido a Pep Guardiola.
"Me sorprende que Guardiola no haya tenido en cuenta a Mario para partidos importantes como la semifinal de Copa o la de la Champions League. Está destruyendo a Götze. Juega sólo los partidos fáciles, me sorprende que nadie en el Bayern se dé cuenta y defienda a Mario".
El caso es que aquel curso que había terminado Götze jugó casi todo. Se perdió cuatro partidos oficiales. Pero, al siguiente, después de iniciar la temporada como titular, se lesionó en octubre y estuvo casi cuatro meses parado por un desgarro de ligamentos en la zona de los adductores.
Cuando volvió estuvo cinco partidos en el banquillo. Al sexto, ante el Werder Bremen, volvió a ser titular, pero luego encadenó otros dos choques junto a los suplentes. Por fin, al octavo duelo, fue titular durante siete consecutivos. Y, entonces, apareció Guardiola para relegarle a la suplencia ante el Juventus y contra el Atlético de Madrid en los duelos clave del año.
Otra lesión, una rotura de una costilla, le obligó a perderse la final de la Copa de Alemania. Y, con esos antecedentes, Götze llegó a la Eurocopa. Con cierto optimismo y recuperado físicamente, comenzó un torneo destinado a devolverle toda la integridad y confianza que se dejó a lo largo del curso.
Sin embargo, ha sido uno de los centros de las críticas de Alemania. Pese a jugar de falso nueve y de no tener un responsabilidad evidente a la hora de meter goles, ha sido una diana fácil.
Pero "el Iniesta alemán", el héroe de la "Mannschaft" en Brasil, todavía puede callar a sus críticos. Su frase del perro y el árbol fue muy certera. Unas veces te orinan encima con las críticas, otras veces te orinas encima sobre ellas. Tal vez, ante Eslovaquia en octavos de final, el incomprendido Götze haga lo segundo.