La victoria de Alemania ante Italia en los cuartos de final tras una agónica tanda de penaltis no acabó todo lo bien que habría deseado el entrenador Joachim Löw, que, salvo sorpresa, tendrá que afrontar las semifinales de la competición sin tres de sus jugadores titulares: Mats Hummels, Sami Khedira y Mario Gómez.
El técnico germano deberá darle una vuelta a su equipo para confeccionar una alineación que se enfrente el próximo jueves a Francia o Islandia en la penúltima ronda de la Eurocopa. Löw, por diferentes razones, ha perdido a un jugador por línea y ahora tendrá cuatro días para fabricar una idea con la que alcanzar la final.
La baja más segura de todas es la de Hummels. El central alemán se perderá el partido de semifinales sí o sí porque ante Italia vio su segunda cartulina amarilla y tendrá que cumplir su partido de sanción.
Las alternativas de Löw para sustituir al defensa del Bayern Múnich pasan por colocar a Benedikt Höwedes en el sitio de Hummels y devolver a Joshua Kimmich al lateral derecho que abandonó frente a Italia de manera puntual para jugar de extremo. Löw también podría colocar en el centro de la defensa a Shkodran Mustafi si quiere apostar por mantener a Kimmich en el centro del campo y a Howedes en el lateral.
En el centro del campo, la salida de Sami Khedira del terreno de juego lesionado en el minuto catorce del encuentro ante Italia tras un choque con un rival, dejará huérfano a Toni Kroos de su fiel compañero durante toda la Eurocopa.
La solución más fácil para suplir esa baja sería colocar junto a Kroos a Bastian Schweinsteiger, como Löw ya hizo contra los italianos. Eso será probablemente lo que haga el entrenador alemán. Es lo más lógico y lo menos lioso.
Más opciones tendrá con la baja de Mario Gómez. El delantero del Besiktas acabó el partido lesionado y la opción más fácil para Alemania sería probar de nuevo con Mario Götze de falso nueve, como ya hizo sin excesivo éxito en el primer partido de la Eurocopa que disputó contra Ucrania.
También podría ser Thomas Müller quien adelantara su posición y ubicar a Götze detrás junto a Mesut Özil y Julian Draxler. Cualquier de esas dos opciones sería la más lógica y la sorpresa sería que Löw apostara en el centro del campo por jugadores jóvenes aún inéditos en el torneo como Leroy Sané o Julian Weigl.
Löw no acostumbra a dar la titularidad a futbolistas sin muchos minutos de forma repentina y en momentos decisivos. Sin embargo, podría sorprender. En la final del Mundial de Brasil en 2014, dio la titularidad a un nombre que apenas había participado en el torneo: Christoph Kramer.
Pero fue por una razón de urgencia, la lesión en el calentamiento de Khedira. Ahora, Löw tiene más margen para meditar su once para las semifinales siempre que Khedira y Mario Gómez no consigan recuperarse a tiempo.