El central francés Samuel Umtiti era un perfecto desconocido para muchos hace solo 40 días, antes de que su vida diera un giro espectacular y pasara de prometedor jugador de club menor al gran fichaje defensivo del Barcelona y previsible titular en la final de la Eurocopa con Francia.Javier Albisu
En ese lapso de tiempo, donde una serie de casualidades desempeñaron un papel fundamental en favor del zurdo de origen camerunés, Umtiti se ha convertido en "Big Sam", el jugador de 22 años por el que el Barcelona ha pagado 25 millones de euros.
"Lo vivo bien. No me como demasiado la cabeza. No me hago demasiadas preguntas en general. Vivo el día a día. Disfruto de lo que ocurre porque, sinceramente, no pensaba estar presente aquí hoy. Es un mes de julio increíble y espero que siga así", respondía tras eliminar a Alemania en semifinales, sin encajar un solo gol de la campeona del mundo.
Hasta cuatro veces ha tenido que aliarse la desgracia ajena con Umtiti para que haya podido demostrar sus habilidades en el mejor escaparate del fútbol europeo un chico de 1,81 metros y 75 kilos al que sus amigos de la infancia describen como tímido y discreto.
En 171 partidos con el Lyon, donde debutó en 2012 y llegó a lucir el brazalete de capitán, la única salida de tono que se le recuerda es el día que hizo que le entregaran en la ciudad deportiva un flamante Maserati. Reconoció haber escogido mal el punto de entrega y desde 2013 solo ha vuelto a dar noticias dentro del campo.
Esta temporada, consagrado como titular en el Lyon, ha disputado 4 encuentros de Liga de Campeones y se ha convertido en el segundo mejor recuperador de la liga francesa (139 robos de balón).
Didier Deschamps le convocó entre los reservas para la Eurocopa, una lista de 31 que debía quedarse en 23. Todavía tenía por delante hasta seis defensas centrales consagrados que le tapaban el sitio en la selección, como Koscielny, Sakho, Varane, Mathieu o Rami. Pero la fortuna miró con buenos ojos al paciente Umtiti.
Primero le despejó el camino Mamadou Sakho, defensa del Liverpool que asumió voluntariamente una suspensión provisional tras un positivo por un producto adelgazante. Todavía era abril.
El 24 de mayo le tocó al central del Real Madrid Raphael Varane apearse de la lista de Francia para la Eurocopa, esta vez por un desgarro de grado 2 en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Pero el puesto de Varane lo ocupó el defensa del Sevilla Adil Rami.
Hubo que esperar hasta el 28 de mayo para que el nombre de Samuel Umtiti figurase entre los 23 "Bleus" elegidos, cuando se anunció la baja del central del Barcelona Jéremy Mathieu por una lesión en el gemelo derecho.
Y todavía tuvo que llegar una sanción a Rami por acumulación de tarjetas para que le llegara su oportunidad en el partido de cuartos contra Islandia, pasando por calidad por delante de Eliaquim Mangala, de 25 años y central del Manchester City.
Esa misma semana, se había confirmado su fichaje por el Barcelona y el que ha sido hasta entonces había sido su presidente en el Lyon, Jean-Michel Aulas, advirtió que el zaguero respondería: "Umtiti va a hacer un gran partido, le gusta la presión", dijo el histórico presidente lionés.
Acertó el astuto Aulas, a tenor de las estadísticas que firmó el jugador formado en el Lyon desde los 8 años. Completó el cien por cien de los 75 pases, primer futbolista en hacerlo en una Eurocopa desde 1980. En negativo, estuvo flojo en el marcaje a Sigthorson en el primer gol islandés y vio una tarjeta amarilla en la goleada que le dio a Francia el pase a la semifinal.
Todo ello con el añadido de haberse convertido en el primer jugador de campo francés en 50 años en debutar con la selección absoluta durante la fase final de un torneo mayor.
"Ha confirmado todo lo que pensaba de él y lo que muestra en los entrenamientos. Ha estado tranquilo, no se ha puesto nervioso y ha contribuido a que el partido tuviera un buen nivel en el plano defensivo", resumió Deschamps sobre la puesta de largo de Umtiti contra los islandeses.
Frente a Alemania, en la mejor noche del fútbol francés de la última década, fue de menos a más y cuajó un partido soberbio.
Lilian Thuram, el jugador que más veces ha vestido la elástica francesa, le dijo que le había impresionado su tranquilidad y Umtiti le contestó, sin perder la calma, que él es de naturaleza tranquila, cuando juega y cuando habla.
"Me sentí muy bien, simplemente. He intentado estar tranquilo, una vez más, y aprovechar mis cualidades, como lo hago con el club. En estos partidos hay que elevar el nivel, eso me hace subir escalones", resumió.
Preguntado si se esperaba estar entre los once que se jugarían la supervivencia contra Alemania, Umtiti respondió que se lo podía imaginar.
"Pero como hecho desde que llegué, hay que estar siempre preparado", avisó "Big Sam", al que se presiente como titular el domingo en París.