La UEFA confirmó que Sevilla reemplazará a Bilbao como sede de la próxima Eurocopa, en la que Múnich se mantiene como anfitrión y los partidos que iban a jugarse en Dublín se disputarán en San Petersburgo y en Londres. Según decidió el Comité Ejecutivo de la UEFA reunido este viernes, el estadio La Cartuja de Sevilla será la sede alternativa a San Mamés en la competición, en la que Múnich ha confirmado un mínimo de 14.500 espectadores para albergar partidos.
La UEFA explicó que los cuatro partidos que iban a jugarse en Bilbao, los tres de la fase de grupos de la selección española dentro del grupo E y uno de octavos de final, se trasladarán al estadio La Cartuja de Sevilla, con el apoyo de la Comunidad Autónoma de Andalucía, que ha confirmado su intención de permitir espectadores al 30% de la capacidad del campo.
"Tras la decisión de las autoridades locales, quedó claro que era muy poco probable que los aficionados pudieran asistir a los partidos que estaban programados para jugarse allí. Por lo tanto, con la ayuda de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la UEFA propuso trasladar esos partidos a otra sede de ese país anfitrión, simplemente para que los aficionados pudieran asistir a los partidos después de un año sin poder ver el fútbol en directo en los estadios", señaló la UEFA.
En un comunicado indicó que "esta decisión creará un ambiente festivo en todos los partidos que se celebren en la competición de selecciones nacionales más importante de la UEFA".
España por tanto jugará en La Cartuja frente a Suecia el 14 de junio, contra Polonia el día 19 y con Eslovaquia el día 23.
Hace dos días en una declaración conjunta el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco dieron a conocer la decisión "unilateral" de la UEFA, que no comparten, y anunciaron que harán valer el contrato que firmaron con este organismo para pedir un resarcimiento económico.
El Comité Ejecutivo de la UEFA también determinó que los tres partidos del Grupo E inicialmente previstos en Dublín (Polonia-Eslovaquia, Suecia-Eslovaquia y Suecia-Polonia) se reubicarán en el estadio de San Petersburgo, que acogerá además tres partidos del Grupo B y uno de cuartos de final.
El encuentro de octavos de final que también iba a jugarse en Dublín se trasladará al estadio londinense de Wembley, sede de las semifinales (6 y 7 de julio) y la final (11 de julio).
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, aseguró que se ha "trabajado con diligencia con las asociaciones anfitrionas y las autoridades locales para garantizar un entorno seguro y festivo en los partidos" y se mostró "muy satisfecho de poder dar la bienvenida a los espectadores en todos los partidos para celebrar el fútbol de selecciones en todo el continente".
La UEFA expresó "su reconocimiento y gratitud a las ciudades de Bilbao y Dublín -ambas consideradas como buenas sedes para albergar futuros eventos de la UEFA-, a los gobiernos nacionales y regionales de España y de la República de Irlanda, y a todas las partes interesadas locales por su dedicación, profesionalidad y esfuerzos durante los últimos años".
También agradeció a la Federación de Fútbol de Irlanda "su excelente colaboración y su duro trabajo" y dijo que "espera seguir trabajando con las once federaciones anfitrionas restantes para organizar los partidos de la UEFA EURO 2020", que se jugará del 11 de junio al 11 de julio.
Igualmente confirmó que todos los compradores de entradas para los partidos que iban a jugarse en Bilbao y Dublín recibirán un reembolso completo por el valor nominal de sus entradas canceladas y que tendrán acceso prioritario, por orden de llegada, para la venta de los encuentros reubicados.