Eurocopa 2008: Comienza la edad de oro del fútbol español
La selección española puso fin a 44 años de travesía por el desierto. Acabó con su maldición en las grandes competiciones y se hizo con la Eurocopa de Austria y Suiza 2008. Su segunda corona continental con un fútbol de seda que encandiló al universo futbolístico.
Y todo ello ocurrió bajo la atinada y experta batuta de Luis Aragonés, quien revirtió una situación que no muchos meses antes era más que comprometida.
El técnico madrileño supo encontrar el equilibrio necesario a un equipo que creyó en sí mismo, en su estilo, en el juego combinativo que representaban Xavi Hernández, Andrés Iniesta y compañía. Aunque no se debe olvidar la infatigable labor en la medular de Marcos Senna, la seriedad atrás de Sergio Ramos, Puyol, Marchena y Capdevila. El acierto en ataque de David Villa, máximo goleador del torneo con cuatro dianas, y Fernando Torres, y las apariciones estelares bajo los palos de Iker Casillas.
Fue la Eurocopa soñada para España. Todo lo que se le había negado desde que ganó el título en el Santiago Bernabéu en 1964 se le puso de cara para acabar con la maldición y proclamarse, con justicia y buen juego, campeona de Europa por segunda vez.
La fase de grupos
La Roja, como la bautizó Luis Aragonés, mostró al mundo una forma de jugar, un estilo basado en la combinación, en el manejo del balón, pero sin olvidar la presión y la seriedad defensiva. Y el fútbol se lo devolvió con el éxito y ciertas dosis de fortuna en determinados momentos.
Solventó la primera fase en los dos primeros partidos tras derrotar a Rusia, por 4-1, y a la Suecia de Zlatan Ibrahimovic por 2-1, con un último gol de David Villa en los compases finales.
Con el billete de los cuartos en el bolsillo, Aragonés pudo permitirse dar minutos a los menos habituales en el tercer partido ante Grecia. Al contrario que cuatro años atrás, España sumó un nuevo triunfo, por 2-1, tras remontar el gol de Angelos Charisteas en el segundo periodo a través de Rubén de la Red y Dani Güiza.
Los cuartos de final de la Eurocopa
En esta ocasión, la víctima ilustre de la primera fase fue Francia, un equipo en declive, que sucumbió en el grupo de la muerte, que lideraron Países Bajos, cuyo arranque de torneo fue espectacular, e Italia.
Precisamente, el cuadro 'azzurro', al ser segundo del grupo C, fue el rival de España en los temidos cuartos. Fue un encuentro duro, el único que no ganó la Roja.
El 0-0 fue inamovible y de nuevo aparecieron los fantasmas que tantas veces acabaron con las ilusiones españolas. Pero esta vez la historia le sonrió al conjunto de Luis Aragonés. Con Iker Casillas estelar, abortó los lanzamientos de De Rossi y Di Natale, y aunque Güiza también erró su tiro, el remate final de Cesc Fábregas acabó con el maleficio.
Los días anteriores, Alemania había acabado con el sueño de Portugal (3-2) en un partido vibrante, Turquía se confirmaba como revelación al superar a Croacia en los penaltis tras acabar el partido con empate a uno y Rusia daba la gran sorpresa al vencer a la hasta entonces intratable Países Bajos (3-1) en la prórroga.
Las semifinales de la Eurocopa
La primera semifinal, jugada en Basilea, fue un canto a la emoción. Como otras tantas veces, Alemania salió airosa ante Turquía con un postrero gol de Philipp Lahm, que ponía fin a unos minutos de locos con tantos en una y otra portería y firmaba el 3-2 que mandaba al cuadro de Joachim Low a la final de Viena.
Un día después España se volvía a ver las caras con Rusia, un equipo crecido. El conjunto de Luis Aragonés, superado el muro de los cuartos, cuajó su mejor encuentro del torneo y en una segunda parte pletórica selló el 3-0 con goles de Xavi, Güiza y David Silva en pleno festival de fútbol y acierto.
La final de la Eurocopa
Tres días después, el 29 de junio, y de nuevo con el Ernst Happel como escenario, España coronó su estilo a lo grande, con un triunfo indiscutible y más amplio que lo que reflejó el gol de Fernando Torres poco después de la media hora de juego.
Sin David Villa, que se había lesionado en la semifinal, el equipo de Luis Aragonés dio una lección al siempre poderoso cuadro germano, que tuvo que inclinarse y rendir reverencia a una España que volvía a la cima tras casi medio siglo de sinsabores.
La ficha del partido: Alemania 0-1 España
Alemania (0): Lehmann; Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm (Jansen, m.46); Frings, Hitzlsperger (Kuranyi, m.58); Schweinsteiger, Ballack, Podolski; y Klose (Mario Gomez, m.79).
España (1): Iker Casillas; Sergio Ramos, Marchena, Puyol, Capdevila; Senna; Iniesta, Xavi, Cesc Fábregas (Xabi Alonso, m.63), Silva (Cazorla, m.66); y Torres (Güiza, m.78).
Gol: 0-1, M.33: Torres.
Árbitro: Roberto Rosetti (ITA).
Incidencias: Partido disputado en el estadio Ernst Happel de Viena ante 51.428 espectadores.