Cinco años tuvimos que esperar para ver un partido de Eurocopa. Desde aquel gol de Éder que enmudeció el Stade de France ha pasado mucho en un mundo que ha cambiado, aunque hay algo que se mantiene igual: Italia gana y sus jugadores dan una lección de elegancia. Y eso que el choque ante Turquía en Roma no fue nada fácil.
#TUR 0-3 #ITA (90+3') ¡¡FINAL del primer partido en Roma!! Italia pasa por encima de Turquía con goles de Demiral (pp), Immobile e Insigne https://t.co/YlpVAYTCz0 #Euro2020 pic.twitter.com/29fLsBUZhT
— ElDesmarque (@eldesmarque) June 11, 2021
La primera parte fue un monólogo transalpino. Posesión y ocasiones, pero no llegaba el gol. Turquía se encerró atrás y dejó solo a Burak Yilmaz como náufrago esperando que él solito se generase alguna ocasión.
Immobile, Insigne y Berardi conectaban en ataque sin poder penetrar en una zaga perfectamente cerrada. Incluso Chiellini, ante la impotencia de no encontrar el gol, se incorporaba al ataque e intentaba incluso tirar caños a los jugadores turcos, aunque Çakir apenas tuvo que intervenir en un cabezazo del propio defensa de la Juve. Paradón, eso sí.
Las murallas de Constantinopla (ahora Estambul) permanecieron años imbatidas hasta que los otomanos tomaron la ciudad en 1453. Todo al final acaba cayendo, como la defensa del equipo de Senol Gunes. Y de qué forma.
Una de las muchas internadas de Berardi desde la derecha acabó con el jugador del Sassuolo poniendo la pelota al área pequeña y allí, Demiral llegó con inercia y terminó colando la pelota en su propia red. El primer gol de esta Euro 2020 fue en propia puerta, aunque al menos cambió el partido
A partir de ahí, Italia jugó a placer. Turquía intentó irse al ataque y, lejos de conseguirlo, lo que sucedió fue que abrió espacios en su defensa por donde se colaron los de Mancini.
Ciro Immobile tiene ganas de golear en esta Eurocopa y firmó su primer tanto al aprovechar un rechace de Çakir. Un gol que sentenciaba el partido ante la inoperancia turca para crear jugadas de ataque.
Sólo Cengiz Under buscaba el gol aprovechando la velocidad por haber salido de refresco pero lo que terminó entrando es el 3-0. Una jugada maravillosa de Italia, elegante como la chaqueta que estrenaron antes del partido, con Ciro Immobile dando el pase definitivo para que Lorenzo Insigne la pusiera cruzada con rosca en la red.
El encuentro, exceptuando las entradas de la impotencia de Turquía, acabó ahí. Italia da un golpe sobre la mesa en esta Eurocopa a la que llegan con muchas ganas tras su ausencia en el Mundial de Rusia y presenta una candidatura a tener en cuenta.