Solo ante el peligro. Ese es el papel que le toca jugar a Robert Lewandowski, la gran esperanza de la selección de Polonia, que arranca este lunes la Eurocopa ante la aguerrida Eslovaquia.
El portugués Paulo Sousa, seleccionador polaco desde enero, ha intentado liberar a Lewandowski de la responsabilidad de llevar todo el peso del ataque del equipo nacional, pero las lesiones han truncado sus planes.
El delantero napolitano Arkadiusz Milik no ha podido recuperarse a tiempo de la lesión en el menisco de la rodilla izquierda, lo que se suma a la baja ya conocida del goleador del Hertha Berlín, Krzysztof Piatek.
Dado el caso, las variantes que baraja Sousa son apostarlo todo a la puntería del artillero del Bayern Múnich, al que alimentarían continuamente los extremos, o encontrarle un acompañante de emergencia.
La opción más factible es la del desconocido delantero del Piast Gliwice, Jakub Swierczok, que fue titular en los amistosos ante Rusia e Islandia.
Fue el jugador más adelantado en el primer partido, ya que Lewandowski no jugó, y marcó el único gol de su equipo. Contra los islandeses también salió de inicio, pero fue sustituido en el descanso y el encargado de lograr el gol del empate fue Swiderski.
También volvió Szczesny a la portería en un partido que dejó mas dudas que certezas, especialmente en defensa, el mayor quebradero de cabeza para Sousa.
Lo que es seguro es que Grzegorz Krychowiak será el faro del equipo, tanto por cuestión de experiencia, como por la polivalencia del actual futbolista del Lokomotiv Moscú. A los polacos les falta creatividad en el centro, por lo que tendrá que asumir galones Piotr Zielinski, la estrella del Nápoles.
En cuanto a Lewandowski, tiene una cuenta pendiente con la selección, donde nunca ha dado la misma talla que en la liga alemana. En la pasada Eurocopa los polacos alcanzaron los cuartos de final, pero "Lewy" marcó sólo un gol en todo el torneo.
Si quiere aspirar de nuevo al Balón de Oro, deberá brillar. El belga Lukaku ya le lleva dos goles de ventaja.
Mientras Polonia está obligada a ganar, ya que España la espera en Sevilla en la próxima jornada, Eslovaquia parte como víctima propiciatoria. Pero es un papel en el que los centroeuropeos siempre se han sentido cómodos.
La buena noticia es que han recuperado a su gran capitán, Marek Hamsik, el futbolista con más internacionalidades con 126. Es verdad que, debido a las molestias en el gemelo izquierdo, no disputó ningún partido de preparación, pero el equipo no puede vivir sin el centrocampista de 33 años.
Para un equipo que basa todo en una defensa aguerrida y unas transiciones rápidas, Hamsik le da la pausa necesaria al juego. Después de un retiro dorado en la liga china, regresó a Europa, primero al Goteborg sueco y hace unos días fichó por el Trabzonspor turco.
El seleccionador eslovaco, Stefan Tarkovic, lo tiene claro. Deberá tender una telaraña para maniatar a Lewandowski y aprovechar la debilidad defensiva mostrada por Polonia para hacerle daño al contraataque.
Se trata de uno de los equipos más veteranos del torneo -diez jugadores sobrepasan la treintena-, sólo superado por los belgas y los suecos.
Su fortaleza está en el centro de la defensa con el cerrojo del Inter de Milán, Skriniar, y Satka, que juega en la liga polaca. Le ayudarán en las tareas destructivas el veterano Kucka y Lobotka, que milita en el Nápoles.
Los polacos jugarán al ataque e intentarán no repetir los errores defensivos de los últimos meses, mientras Eslovaquia apostará por un partido trabado con pocas ocasiones y intentará marcar a balón parado, su fuerte.
Polonia: Szczesny; Kedziora, Glik, Bednarek, Rybus; Frankowski o Klich, Krychowiak, Moder, Zielinski; Swierczok y Lewandowski.
Eslovaquia: Dubravka; Hubocan, Satka, Skriniar, Pekarik; Kucka, Lobotka, Mak, Hamsik; Bozenik y Duris.
Árbitro: Ovidiu Hategan (ROM)
Estadio: Krestovski (San Petersburgo)
Hora: 19:00 hora local (16:00 GMT).