Sergio Busquets, derrumbado tras la victoria ante Eslovaquia. El capitán de la selección española, que tuvo que ser apartado del grupo días antes del inicio de la EURO 2020, atendió a los medios tras el partido y no pudo aguantar las lágrimas: "Ha sido duro".
El centrocampista del FC Barcelona volvió a los terrenos de juego este miércoles tras superar la COVID-19 y entrenar algunos días con sus compañeros y, al ser cuestionado por la importancia de la victoria, no pudo aguantar las lágrimas.
Sergio Busquets, centrocampista de la selección española, reapareció este miércoles 18 días después del 0-0 contra Portugal y fue elegido la 'estrella' del partido de la tercera y última jornada de la Eurocopa 2020 contra Eslovaquia.
El capitán, aislado por Covid-19 desde el domingo 6 hasta el viernes 17 de junio, cuando dio negativo, fue baja en el primer duelo contra Suecia por ese motivo, fue el descarte en el segundo ante Polonia, al estar recién reintegrado al equipo y no haber completado ningún entrenamiento con el grupo, y este miércoles regresó a la titularidad. Jugó 71 minutos de encuentro.
En ese tiempo, el medio centro corrió 8,30 kilómetros y completó 46 pases, con un 88 por ciento de acierto, según las estadísticas oficiales de la UEFA.
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