La selección española llegó este martes a San Petersburgo, la segunda ciudad rusa, donde disputará el viernes ante Suiza los cuartos de final de la Eurocopa. El avión con los futbolistas, el seleccionador, Luis Enrique, y el resto de la delegación de España aterrizó en el aeropuerto Púlkovo de la antigua capital zarista procedente de Copenhague.
Los internacionales descendieron por la escalerilla del avión con mochilas, bolsas de equipaje y las correspondientes mascarillas.
El equipo, que derrotó el lunes en los octavos de final a Croacia (5-3), se hospedará en el hotel Astoria, que se encuentra en el centro de la ciudad conocida por sus canales, palacios y el museo del Hermitage.
👋🏻🇷🇺 ¡¡BUENAS TARDES, SAN PETERSBURGO!!
🛬 La @SeFutbol acaba de tomar tierra en Rusia y ya se dirige a su hotel de concentración.
⏰ A las 19:00 (hora peninsular española) entrenará en el Estadio Petrovsky.#SomosEspaña#EURO2020 pic.twitter.com/aY3WRHztrJ
— Selección Española de Fútbol (@SeFutbol) June 29, 2021
Construido en 1912, cinco años antes de la Revolución Bolchevique, el Astoria se encuentra cerca de la Catedral de San Isaak, una de las principales joyas turísticas de San Petersburgo.
Los jugadores españoles entrenarán por la tarde (17:00 GMT) a puerta cerrada en el vetusto estadio Petrovski, antiguo hogar del Zenit, el campeón de la liga rusa.
En ese mismo estadio ya entrenaron los internacionales en noviembre de 2017 antes de jugar un amistoso ante Rusia que acabó en empate (3-3).
Al igual que entonces, España jugará el viernes contra Suiza en el estadio Krestovski, construido para el Mundial de Rusia 2018 y que tiene un aforo de 68.000 espectadores, aunque por motivos sanitarios sólo podrán asistir al partido unos 30.000 aficionados.
Desde mediados de junio, coincidiendo con el inicio de la Eurocopa en San Petersburgo, la ciudad está asediada por una tercera ola de covid-19. La culpable es la cepa india, mucho más mortal que la china.
Médicos consultados por Efe tacharon de "genocidio" la decisión de las autoridades de seguir adelante con el torneo y otros actos públicos cuando los hospitales no dan abasto y los enfermos se amontonan en los pasillos.
Según las autoridades, la ciudad registró 119 muertes en las últimas 24 horas -dos menos que Moscú, el epicentro de la pandemia en Rusia-, además de otros 1.374 positivos. En total, en San Petersburgo han muerto más de 16.000 personas desde marzo de 2020.
El Ayuntamiento local barajan diversas medidas para frenar la propagación del virus, pero la prensa local sugiere que ese plan no entrará en vigor hasta después del partido. Siguiendo la estela de Moscú, muchas regiones rusas están introduciendo la vacunación obligatoria en el sector servicios y ciertos grupos de riesgo.
De hecho, la Fan Zone donde los hinchas belgas, polacos, suecos, finlandeses y eslovacos se congregaron antes de los partidos de la primera fase tendrá abiertas sus puertas para recibir a españoles y suizos detrás de la extraordinaria Catedral de la Sangre Derramada, aunque se ha reducido el aforo a 3.000 personas y no sirven comida.
Antes de la derrota ante Suiza, el ministro de Salud de Francia, Olivier Véran, recomendó a los hinchas franceses no viajar a Rusia, ya que eso significaría que se perderían las semifinales y la final en Wembley debido a la cuarentena de dos semanas a su regreso de San Petersburgo.