La selección de Inglaterra se clasificó por primera vez en su historia para una final de una Eurocopa y los jugadores y la afición estallaron de alegría en Wembley. Tras un duro partido ante Dinamarca y un polémico penalti con el que Harry Kane puso el definitivo 2-1, el pitido final llevó la emoción al estadio londinense, donde futbolistas y fans se unieron para cantar al unísono esta espectacular versión del 'Sweet Caroline'.