El cariñoso apodo de Rüdiger en su barrio que ya le definía como gran jugador

Antonio Rüdiger se ha hecho un sitio en el vestuario del Real Madrid. Desde su llegada procedente del Chelsea ha conseguido ganarse tanto a sus compañeros, como al cuerpo técnico y a la afición madridista. Su lucha dentro del campo y su sentido colectivo han ayudado a que Carlo Ancelotti y su equipo le hayan cogido especial cariño. Además, como bien reconoció en la celebración del título de LALIGA EA SPORTS, se le conoce cariñosamente con el mote de loco. Sin embargo, en sus inicios tenía otro apodo que remarcaba su forma de jugar, y, sobre todo, de defender.

Antonio Rüdiger recuerda con cariño sus inicios en Berlín

Como no podía ser otro, es el de Rambo. Un apelativo que se ganó jugando en las calles de Alemania, donde aprendió "a ser duro en el campo". Unas palabras que describió en una entrevista a AS donde añadió que "allí no había nadie que pudiera ayudarte, estabas solo". "El juego duro era continuo", señaló. Una forma de jugar que aprendió en el bario de Neukölln, en Berlín y donde se encuentra el equipo al que perteneció, Vfb Sperber Neukölln. Una entidad hermanada con el Trabzonsport, conjunto de la Superliga otomana por la gran cantidad de descendientes turcos que habitan la barriada.

De allí dio el primer gran salto para firmar por la cantera del Borussia Dortmund en 2008. Hasta entonces, la vida humilde había moldeado al que en un futuro al hoy futbolista del Real Madrid. "Mi padre lavaba platos y mi madre cuidaba la casa", recordó en la entrevista, añadiendo que "cuando ves a tus padres trabajar así de duro para ti, algún día quieres darles descanso". Por ello, su primer gran sueldo fue a parar a la compra de una casa para sus padres.

Unos pasos que le han hecho ser el jugador que es hoy vistiendo la camiseta del Real Madrid tras debutar en la Bundesliga con el Stuttgart. Allí estuvo cuatro temporadas desde que jugara por primera vez en la Primera División de Alemania. Tras dos temporadas en la Roma viajaría a la Premier, donde conoció por primera vez lo que es levantar títulos. De hecho, en tan solo dos de las cinco temporadas que jugó con el Chelsea no consiguió llevar trofeos a la sala de honor de Stamford Bridge.

Buscará ser campeón de Europa en el Real Madrid y con su país

Su primer trofeo fue la Europa League en la campaña 2018-19. Dos cursos después lo haría con la Champions League y en su último año en el equipo londinense conseguiría la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Títulos que repetiría en la 2022-23 con la camiseta del Real Madrid, además de la Copa del Rey. Este año, además de haber levantado el de la Supercopa de España y el de LALIGA EA SPORTS, podría hacerlo el de la Champions League.

Sin embargo, otro de los éxitos que, a buen seguro, tendrá en mente es el de la Eurocopa. Una década después del Mundial cosechado por Alemania, buscará un nuevo título europeo de selecciones. Todavía más siendo la sede organizadora.