Cristiano Ronaldo ha aumentado su leyenda en las Eurocopas. Partiendo en el once inicial de Roberto Martínez para enfrentarse a República Checa en el primer encuentro de la competición de 2024, se ha convertido en el primer jugador en participar en seis ediciones diferentes. Y su estreno en territorio alemán ha dejado claro la ambición que tiene en la que, posiblemente, sea su última Euro con el combinado luso.
El ex delantero del Real Madrid lidera la expedición portuguesa en esta Eurocopa 2024. Y también ha encabezado la primera alineación titular del cuadro luso en el Red Bull Arena, el estadio del RB Leipzig. Y no es para menos, pues a pesar de haber participado ya en muchos torneos de renombre, sigue mostrando la ambición y felicidad del primer día.
La primera imagen de Cristiano Ronaldo sobre el césped en un partido de esta Eurocopa ya ha dejado la primera noticia. Y es que el '7' ha expresado mucha felicidad al escuchar el himno de su país.
Liderando el grupo de jugadores, posando cerca de los árbitros y con una sonrisa de oreja a oreja, CR7 ha entonado las notas nacionales de nuestro país vecino.
Las redes sociales no han sido ajenas a ello y rápidamente se han visto los primeros comentarios alegrándose por el futbolista. "Mirad qué ilusión, felicidad y pasión con 40 años. Perderá o ganará, pero lo que ama Cristiano Ronaldo a este deporte es indescriptible", escribe un usuario.
Mirad qué ilusión, felicidad y pasión con 40 años. Perderá o ganará, pero lo que ama Cristiano Ronaldo a este deporte es indescriptible.
— gam (@mbapadre) June 18, 2024
Y es que el gesto de emoción del ariete del Al-Nassr causó la impresión de los amantes del fútbol, que vislumbran en los próximos años una competición como esta sin él.
No solo el rostro de felicidad ha sido llamativo en el estreno de Cristiano Ronaldo frente a la República Checa. Sino que justo antes del saque se ha producido un detalle muy curioso, pero que refleja a la perfección las ganas de Cristiano Ronaldo en este torneo.
Cuando la megafonía del estadio alemán anunciaba la cuenta atrás para que el balón echase a rodar, todos los jugadores se preparaban para arrancar el encuentro.
Todos menos él, el capitán de Portugal, que llevaba ya un rato preparado y que cuando aún no había pitado el árbitro ya había salido escopetado en dirección al área rival.
El colegiado levantó el brazo apuntándole en los primeros instantes del partido, pero no detuvo el choque a pesar de que el primer balón en ataque del combinado luso le buscó en las inmediaciones de la portería checa.