Alemania se ha convertido este miércoles en la primera selección clasificada para octavos de final de la Eurocopa. Y lo ha hecho con otro partido sólido, imponiéndose 2-0 a Hungría en un partido que ha tenido un claro protagonista: Ilkay Gündogan. El centrocampista, jugando en la posición que mejor se le da, ha sido clave en los dos goles del combinado germano.
Julian Nagelsmann volvió a repetir la medular del primer partido: Toni Kroos y Robert Andrich en la sala de máquinas, en el doble pivote, para permitir a Gündogan aparecer como enganche, como libertad de movimiento, con llegada al área y con capacidad finalizadora. Y así ha sido, una vez más.
Los alemanes se adelantaron a los 22 minutos de partido con un gol de Jamal Musiala. El extremo, eso sí, tuvo que agradecérselo todo a Gündogan, que se aprovechó de la endeblez de Hungría en defensa y, tras varios rebotes, robó la pelota en el área para asistir a su compañero en el 1-0.
Ya en la segunda mitad, el centrocampista del Barça volvió a ser protagonista. Esta vez, de manera directa. Corría el 67' cuando Alemania se asoció en la frontal en una jugada culminada con un centro raso de Maximilian Mittelstädt desde la izquierda. Ahí, en el área, volvió a aparecer Gündogan para anotar el 2-0 y dejar el partido visto para sentencia.
Un partido en el que acabó siendo sustituido cuando ya estaba todo liquidado. Alemania ya está en octavos y, previsiblemente, lo hará como primera de grupo tras dos victorias en dos partidos. Ilkay, por su parte, se ha erigido como uno de los líderes del combinado germano a la par que ha mandado un aviso a Hansi Flick, el nuevo entrenador del Barça: su mejor posición es la de mediapunta. Y ahí es donde debe brillar el próximo curso.