Álvaro Morata no es el futbolista perfecto, pero, probablemente, sí que es el capitán ideal para esta Selección Española. El delantero rojiblanco ha demostrado que es un auténtico líder y sus compañeros reconocen que merece la pena escuchar sus discursos y consejos. El mejor ejemplo ha sido su actitud hacía sus compañeros. Desde el primer día que pronunció ese discurso en el que ponía en valor a cada miembro de La Roja que para él son las mayores estrellas del fútbol europeo, deja entrever cómo es Morata en las distancias cortas.
Otro ejemplo de esto ha sido el gesto que tuvo con Mikel Merino después del partido contra Alemania en los cuartos de final de esta Eurocopa 2024. El capitán de la Selección, a pesar de no haber marcado gol, se llevó el balón del partido con el que Mikel Merino había hecho el gol de la victoria.
Desde ElDesmarque hemos podido estar con Morata en el cuartel general de la Selección y Manu Carreño le ha preguntado por este momentazo con su compañero. “Estuve toda la noche del partido pensando en ese gol”, confiesa Morata. “Veremos con el tiempo el gol de Mikel merino, el estadio donde su padre también marcó gol. Cosas que tiene la vida y el destino”.
“Colecciono un montón de cosas, no te imaginas… de compañeros, de momentos especiales. Cuando llegue al autobús me enteré de la historia del gol de Mikel Merino, que su padre había metido en el mismo estadio y me lleve el balón. Pensé ‘seguro que le va a hacer ilusión’. A mí me hacía hasta más ilusión dárselo. Le dije que por lo menos me dejase hacerle una foto. También lo firmó y puso ‘grande Capi, vale por unas semifinales’, pero se lo quedó él que es lo importante”, cuenta Álvaro a Manu Carreño. Un gesto que delata cómo es como futbolista, pero, sobre todo, como persona.