En pleno conflicto entre Israel y Palestina, hay equipos que tienen que seguir jugando al fútbol como si nada pasara. Es el caso del Maccabi Haifa, uno de los clubes que lleva pasea el nombre de Israel por la Europa League. Este miércoles deberán jugar un partido ante el Villarreal que se aplazó por el estallido de la guerra. Su entrenador Mesaye Degu, en la rueda de prensa previa, demostró que no olvidan lo que está pasando en su país.
Son momentos en los que deporte y guerra conviven en el país. Alrededor del conflicto, el mundo está dividido entre los dos bandos. Por ello, la pregunta sobre si a Mesaye Degu le preocupa ver banderas palestinas en la grada era casi obligatoria. "Prefiero pensar en lo que pasa en nuestro país, con nuestros soldados y nuestros secuestrados, y menos en lo que pueda pasar el resto del mundo. Vamos a jugar un partido de fútbol y nada más", ha comentado sobre la situación.
Uno nunca sabe si el fútbol, entonces, está en primer o segundo plano. Lo que sí tienen claro los jugadores del Maccabi es que viajarán a España con la intención de poner en dificultades a los de Marcelino. Los israelíes ya no tienen opciones de pasar, pero una victoria siempre es motivo para sacar una sonrisa en tiempos difíciles. "Será un partido muy complicado, pero nuestra intención es que para el Villarreal también sea muy difícil. Sabemos que juega de local y que es un partido muy duro, pero esperemos dar una buena imagen", señaló el técnico.
El Villarreal de Marcelino tiene opciones de quedar primero de grupo. Con 9 puntos en su casillero tras ganar al Panathinaikos, podría igualar el puntaje del Rennes en cabeza. Ya están clasificados para la próxima ronda, sólo les queda saber si serán los 'Playoffs' o los octavos de final. Un empate a puntos con el equipo francés, dejaría todo a la expectativa del enfrentamiento directo de la última jornada. Los españoles cuentan con la ventaja del goal average favorable por la victoria de la ida.