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España acaricia la brillantez en su ciudad talismán (1-0)

España acaricia la brillantez en su ciudad talismán (1-0)

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Gabriel Galán

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España está de vuelta, para bien. Aunque no llegue a la perfección de antaño en Sevilla demostró que los que quedan de los años de éxito y la nueva hornada tienen hambre. Y fútbol. Aunque ante Ucrania hubo más sufrimiento de lo debido tras una primera parte espectacular. Valió con un solitario gol de Morata para dejar los tres puntos en casa y mantener la distancia con Eslovaquia, infranqueable líder de grupo. Y otra vez en una ciudad que, por mucho tiempo que pase, siempre será talismán.

Había quien dudaba de si apostar por Iniesta e Isco al mismo tiempo iba a ser un serio problema. Del Bosque, que ha demostrado entender de fútbol a pesar de algún que otro despiste en los últimos tiempos, tiene muy claro que los jugadores buenos siempre son compatibles. E Isco e Iniesta lo son. Buenos y compatibles. Junto a David Silva, muy entonado, formaron un tridente repleto de genialidades ante el que Ucrania sólo pudo aguantar... y aplaudir. Porque Casillas fue un mero espectador hasta que no hubo algún que otro balón aéreo sobre su área. Ahí pueden pasar 20 años más que el portero del Real Madrid seguirá sufriendo. Aunque con dos murallas por delante como Ramos y Piqué uno vive mucho más tranquilo en la portería.
El primer cuarto de hora fue un toma y daca hacia la portería de Pyatov, pero a España le faltó puntería y una pizca de maldad. Isco aún no tiene mucha y quizás sus compañeros de viaje, dos magos con el balón, no destacan precisamente por esta característica. Sí la tiene Morata, que tenía en su mano aprovechar la oportunidad de ser el '9' de la selección y se enrocó en buscar el gol. Hasta que lo encontró. Y no fue gracias al tridente mágico, sino a otro componente de un once lleno de clase. Koke se fabricó un pase que bien lo pudo haber firmado el mismo Iniesta para dejar solo a Morata ante el portero ucraniano. Ni la oposición de un central impidió que el delantero de la Juventus, donde está triunfando, abriera la lata y llevara el éxtasis a la entusiasmada grada del Sánchez-Pizjuán.
Y el estadio casi se cayó ya en la segunda parte con una ruleta de Isco de esas que son para ver y ver y no te cansas nunca. Porque el madridista tiene algo especial, algo de Xavi, algo de Iniesta y mucho de Isco. Eso sí, aún le falta dar el verdadero golpe en la mesa para convertirse en el líder. Ante Ucrania brilló cuando quiso, pero poco a poco se le fue apagando el fuelle. El rival, agazapado en su madriguera, sólo incordiaba a balón parado y ahí España empezó a ponerse nerviosa. El tridente ya no aparecía tanto y la salida de la pelota había pasado de ser una delicia a un auténtico problema.
Del Bosque, inquieto, decidió quitar a Morata y dar entrada... a Pedro. El falso nueve volvía a la Roja. Casualidad o no, España se reencontró con el balón y el famoso tiki-taka volvió a aparecer por el Sánchez-Pizjuán. Aunque ahora con una marcha menos y sin tanta continuidad. Ucrania comenzó a creer que el empate era posible y que el sueño de luchar por un billete para Francia estaba en su mano. Y se marchó Iniesta, con otra tremenda ovación. Pueden pasar años y años que el aficionado español nunca olvidará su gol en la final del Mundial de Sudáfrica. Ni su calidad.
El tramo final fue de mucho nervio y poco fútbol. Se nota que esta España, aunque tiene mimbres, está muy lejos de quizás la mejor selección de la historia. El 1-0 era oro en paño para no perder de vista a Eslovaquia, que no falló ante la débil Luxemburgo y sigue líder del grupo C, con tres puntos más. Ucrania elevó sus armas en una última intentona, pero España aguantó sin problemas. Pudo Cazorla firmar la sentencia en una gran jugada de tiralíneas que acabó en un paradón de Pyatov. Y Sevilla se fue contenta, aunque le faltó ver debutar a Vitolo. El ¡Que viva España! sonó tan bien que pocos descartan ver pronto a la Roja en Sevilla. Una ciudad talismán para la selección.
- Ficha técnica:
España: Iker Casillas; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba (Juan Bernat, 76'); Busquets, Koke; Silva, Isco, Iniesta (Cazorla, 73'); Morata (Pedro, 64').
Ucrania: Pyatov; Fedetskiy, Khacheridi, Kucher, Schevchuk; Tymoschuk, Rotan; Konoplyanka, Stepanenko, Yarmolenko; y Zozulya (Kravets, 32') (Budkivskiy, 90').
Gol: 1-0 (28'): Morata.
Árbitro: Cüneyt Çcakir (turco). Amonestó a Fedetskiy, Sergio Ramos, Kravets y Stepanenko.
Estadio: Ramón Sánchez-Pizjuán. 36.000 espectadores. 

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