El fichaje de Arthur por el FC Barcelona parecía tener las horas contadas para ser oficial sin embargo Gremio -club de origen del futbolista- aún no ha torcido el brazo y está dispuesto a apretar hasta el final para defender sus intereses. Con el futbolista, y sus agentes, convencidos en vestir de azulgrana, ahora su equipo resiste en el último tramo.
Según apunta el medio brasileño UOL, la entidad brasileña no parece estar de acuerdo con las formas de pago propuestas por el club español. La operación, que tendrá un pago de 30 millones fijos además de diez como variables, exige -desde Brasil- una primera parte del pago inmediata mientras que los catalanes quieren esperar hasta julio para incluir este pago en el próximo ejercicio. Además de ello, tal y como informa Mundo Deportivo, falta acordar "el reparto de tasas fiscales" de la operación.
Con el futbolista convencido de su futuro en Can Barça e incluso confensando en su país que deberá "aprender español para entender al entrenador", Gremio aprieta y exige las últimas condiciones.