El fútbol, como la vida, nunca se detiene. El balón no deja de girar y tras un curso lleno de altibajos, Ernesto Valverde, técnico del FC Barcelona, cumple este viernes un año como técnico azulgrana. El pasado 1 de junio, el club presentó ante los medios de comunicación a su apuesta por el banco.
Llegó sin miedo, sincero, sonriente. No ocultó sus intenciones en rueda de prensa y apuntó a un año lleno de éxitos deportivos. Pronto recibió su primer golpe: se marchaba Neymar del Camp Nou y comenzaba una nueva aventura en la delantera azulgrana. El debatido mercado de fichajes, las incorporaciones frustradas, y los rumores múltiples marcaron un verano que, por si fuera poco, se cerró con una dolorosa derrota en la Supercopa de España ante el Real Madrid.
Parecía abrirse el camino hacia un año histórico, como negativo. Sin embargo, pronto cambió todo: Ernesto Valverde implementó su estilo de juego, cambió el ideal de los presentes y consiguió que Leo Messi arrancase de manera excelente. Comenzó a acumular resultados positivos -tantos como para sólo perder uno en LaLiga Santander- y sólo un tropezón en la Champions empañó su currículum.
La noche negra de Roma dejó al equipo eliminado de la máxima competición europea antes de tiempo y condicionó un momento en el que incluso se rumoreó sobre la salida de Valverde.
Finalmente, todo se cerró levantando la Copa del Rey y, por si fuera poco, LaLiga Santander. Nadie podrá recriminar nada al ex del Athletic, nadie podrá borrar la sonrisa azulgrana.
Un año después.