La mala costumbre de jugar con el mejor
El astro argentino Leo Messi regresaba a la disciplina del FC Barcelona en el choque ante el Betis. El equipo azulgrana cayó derrotado por 3-4 a pesar de volver a ver la mejor versión del '10', aunque el resto de compañeros no estuvo a su nivel.
Los jugadores azulgranas están mal acostumbrados jugando con un futbolista que te puede resolver cualquier partido. Durante todo el partido buscaron a Leo con demasiada insistencia, esperando que un chispazo de genio del rosarino resolviera un partido que se había puesto muy cuesta arriba.
Messi jugó sin miedo, como ya vaticinara Valverde en la rueda de prensa previa al choque ante los verdiblancos. El argentino no rehuyó el contacto y dejó un repertorio de regates en las inmediaciones del área de Pau López que el resto de jugadores no supo aprovechar.
En alguna de ellas tuvo ocasión de anotar el primer gol de su equipo, pero sus disparos salieron lamiendo el palo. Marcaría ya en la segunda parte, en un penalti de Tello sobre Jordi Alba que colaría por la misma escuadra. Incluso anotaría un segundo, ya en el descuento, al empujar a la red un envío de Arturo Vidal. Sin premio los dos ante los cuatro tantos del Betis
Nada más regresar al equipo anota un doblete que le coloca como máximo goleador del campeonato. Ese es Leo Messi. Sus dos tantos le permiten igualar a su compañero Luis Suárez, uno de los principales damnificados por el regreso del argentino.
El uruguayo, clave durante todos los partidos sin su amigo en la delantera, desapareció con la presencia de Messi. La figura de un futbolista como el cinco veces Balón de Oro opacó todo el fútbol fuera de él. El centro del campo también se esfumó y ni siquiera acertaron en las transiciones defensivas ante los rápidos ataques del Betis. Ni siquiera Jordi Alba, uno de sus mejores socios, tuvo tanta presencia con sus habituales carreras.
El colchón del Barça en el liderato le permitirá finalizar una jornada más en lo más alto de la tabla, aunque ya sin 'comodín'. Con la presencia de Messi todo parece más fácil, siempre que el resto de futbolistas no se deslumbre ante su presencia.