Piqué no es sólo fútbol: una estrella muy corriente

"Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí aunque confieso que me gusta que hablen mal porque eso significa que las cosas me van muy bien". De los mediocres no habla nadie, y cuando lo hacen sólo dicen maravillas". Así se expresaba Dalí y así, probablemente, piense Gerard Piqué, jugador del FC Barcelona y estrella más allá del verde: el capitán azulgrana no es sólo -que lo es- un grandísimo futbolista, sino que además es un tipo corriente, simpático, guasón, gracioso. Al menos para los que lo aman. El resto dirán lo contrario.

El zaguero azulgrana apareció este pasado jueves en uno de los programas más conocidos de la televisión actual ('La Resistencia') y no dejó indiferente a nadie: dardos al Real Madrid, al Espanyol, a Borja Iglesias y mucho más. El que pueda, que empate.

Gerard Piqué apareció en televisión, por primera vez en mucho tiempo, como un futbolista no-robot. Como un hombre que no tiene las respuestas programadas, que no tiene calculado cada mirada, sonrisa o mensaje. Él no. Él no se tapa y habla de "follarse" al Real Madrid, él habla de "ingeniosos" insultos a su figura e incluso se divierte con los cánticos rivales.

Es un tipo normal. Con más de 75 millones de euros en patrimonio, pero normal. Y además, por si fuese poco, es inteligente. Ha acertado en sus inversiones -al menos por el momento- y ha comenzado a trabajar en una vida post-fútbol en la que muchos le ven como el próximo presidente del FC Barcelona.

En la política, cada persona es un mundo, cada opinión cuenta y el que escribe podría estar más o menos de acuerdo, pero en lo personal, apuesto por Piqué, por sus maneras, sus formas y su naturalidad.

Aplaudan a Piqué, o a Joaquín (Real Betis), aplaudan la simpatía, la normalidad, el ser corriente. Al menos nos divertimos, que no es poco.