El FC Barcelona protagonizó este martes en Anfield uno de los grandes ridículos de la historia reciente del mundo fútbol. Uno de los clubes más poderosos del planeta, económica y futbolísticamente hablando, tiró a la basura un 3-0 ante un Liverpool sin sus dos de sus estrellas. Ni Ernesto Valverde, ni los 14 jugadores que pisaron el verde vestidos con la camiseta del Barça estuvieron a la altura. Para hacer esto, mejor quítense esta camiseta.
Ridículo. Debacle. Humillación. Llámenlo como quieran, le pueden poner el adjetivo que prefieran pero a buen seguro todos se quedarán cortos. El FC Barcelona desperdició una maravillosa ventaja que les regaló el astro Leo Messi -que hoy ni estuvo ni pareció asomarse- de forma insensata. La derrota de este martes, por poner en contexto, es como si el Liverpool hubiese rechazado una increíble ventaja ante un Barça sin Leo Messi.
El señor Klopp le pegó un severo repaso a Ernesto Valverde. El técnico, que no suele ser potencialmente ofensivo, que no suele acostumbrar a volverse loco, prometía ataque, pasión y máxima intensidad de los suyos. Los desplazados a Liverpool, los verdaderos héroes en este equipo después de todo lo que pasó, aún lo están esperando. Un auténtico repaso.
El FC Barcelona cierra su participación en la Champions. El Barça cierra una auténtica desgracia con nombres y apellidos, con señalados, tanto en Anfield como en el Camp Nou -¿recuerdan la ocasión desperdiciada por Suárez en los últimos minutos de la ida? ¿Y la de Dembélé?- y con un único mensaje: para hacer el ridículo por Europa, por favor, quítense la camiseta, quítense la historia de este escudo.