El Palau Blaugrana, que estará lleno hasta la bandera (6.500 aficionados), será el escenario este sábado (21:00 horas) del quinto y último partido de la final de la Liga de fútbol sala, al que llegarán empatados el Barça y ElPozo (2-2), en una serie muy igualada, con victorias de ambos equipos en las dos pistas.
No queda ni un asiento libre, después de que el Barcelona haya informado de que desde el martes se vendió la última entrada de un Palau que quiere volver a ver a su equipo campeón, tras seis años sin levantar el título, y jugar las tres últimas finales.
La hegemonía del Inter, tras cinco años seguidos ganando la Liga, está a un partido de romperse en beneficio de un Barça que hace seis años que no gana el título o de un ElPozo, que hace nueve que no se lleva el campeonato.
Ambos equipos han sido los máximos afectados por el daño colateral en el último lustro esplendoroso del Inter, ya que el equipo madrileño tuvo como rivales en la final en este espacio de tiempo primero a ElPozo (dos temporadas) y después al Barcelona (las tres últimas).
Además, al castigo para ElPozo se añade que después haber ganado la última Liga en la temporada 2009-10, perdió cuatro finales: en dos de los tres títulos seguidos del Barça y en los dos primeros del Inter.
A la final de mañana sábado, los dos rivales acceden al desafío tras cuatro partidos en los que ha predominado la igualdad, a pesar de que el marcador en el primer choque reflejó un 7-2 para los azulgrana, que nada tuvo que ver con el equilibrio que se vio en el Palau.
En el segundo encuentro, ElPozo se igualó la serie con un 2-3 también en el Palau, y se volvió a llevar el primer partido en Murcia, cuando ganó en la tanda de penaltis. En la primera 'bola de partido' que tuvo el equipo murciano, en el cuarto partido, el Barça volvió a marcarle siete goles (3-7), igualando la final (2-2).
El equipo catalán tiene depositadas todas sus esperanzas no sólo en su poderío, que le llevó a acabar primero en la Liga regular, sino por el factor pista, pues se espera un llenazo en el Palau, como nunca antes se ha visto.