Un paso al frente en el momento adecuado

Antoine Griezmann, delantero del FC Barcelona, estaba llamado a dar un paso al frente ante el Real Betis y el francés respondía de la mejor manera posible a lo esperado de él: dos goles y una asistencia para destrozar al conjunto verdiblanco.

Ante las bajas de Leo Messi, de Luis Suárez y de Ousmane Dembélé, el '17' azulgrana tenía la difícil papeleta de ejercer del hombre referencia en el ataque culé. Algo que pareció motivar al futbolista desde el comienzo del choque.

Con el pitido del colegiado se veía a un Griezmann bastante participativa y que participaba en todas y cada una de las ocasiones ofensivas de su equipo. Una gran imagen que tendría su premio por partida doble.

El internacional galo conseguía estrenar su casillero goleados en partidos oficiales con la elástica culé gracias a un espectacular remate acobrático tras una precisa asisntecia de Sergi Roberto. Una diana que volvía a colocar las tablas en el marcador antes del descanso.

Precisamente justo detrás del mismo, Griezmann dejaría una auténtica obra de arte. Recibía un esférico en la esquina del área y se sacaba un zurdazo colocado a la cepa del palo ante el que nada pudo hacer Dani Martín. "Mi 2º gol se lo veo hacer a Messi en los entrenamientos e intento copiarle", así lo definía el propio jugador.

Un zapatazo que celebraría de una manera peculiar con purpurina en el córner. "Me gustó el ritual que hace LeBron James y hemos intentado copiarle en la celebración", así argumentaba la celebración.

Una actuación que no olvidará tan fácilmente y que cerraría con una tremenda asistencia a Arturo Vidal para que el chileno cerrase la golada culé.