La suerte sonríe al Barcelona en el momento que más estaba sufriendo en Praga. El conjunto de Ernesto Valverde sufrió varios minutos tras el empate de Boril, pero el tanto en propia puerta de Olayinka volvería a allanar el camino.
Un centro de Leo Messi al segundo palo era cazado por un Luis Suárez que volvía a introducir la pelota en el área con la suerte de que la introduciría el delantero local en su propia portería. Un tanto que tranquilizaría los nervios culés en el momento más complicado.