Antoine Griezmann no pasa por su mejor momento en el FC Barcelona. El pasado martes, el francés volvió a ser suplente mientras veía cómo Leo Messi y Luis Suárez se divertían sobre el césped. Ansu Fati le arrebató la titularidad, aunque Griezmann estuvo media hora sobre el césped... de forma casi testimonial.
No tiró a puerta, no generó ocasiones, no se asoció con sus compañeros de ataque y, claro está, se quedó sin marcar en la contundente goleada del FC Barcelona ante el Real Valladolid. Y todo tras unos días donde ya le había salpicado la polémica por marcharse a Estados Unidos en sus dos días de descanso.
Ernesto Valverde, de hecho, se enteró de ese viaje relámpago del delantero en la rueda de prensa anterior al partido del Camp Nou. Le pilló por sorpresa cuando le preguntaron sobre si podría estar más o menos cansado. Horas después, el técnico del FC Barcelona le dejó en el banquillo.
Griezmann jugó, pero no aportó gran cosa al equipo. Y no es la primera vez. El francés, que no termina de adaptarse al juego del Barcelona, ha puesto horas después un mensaje a través de su cuenta de Instagram que ha disparado todo tipo de rumores.
Una fotografía de su rostro en primerísimo primer plano... cortada por la mitad. Y en la descripción, dos bolas de cristal que invitan a la imaginación por parte del aficionado. La publicación, como suele ser normal, ha tenido cerca de un millón de reacciones en Instagram, con varios comentarios entre los que destaca el de su hermano, que le dice que es "el mejor". Un mensaje que, de momento, no parece tener respuesta.