El FC Barcelona volverá a poner a prueba su liderato este sábado (21:00 horas) ante un Celta de Vigo que llegará al Camp Nou tras haber despedido a su técnico y con uno nuevo, el exazulgrana Óscar García Junyent, cuya apuesta es poner por primer vez su metodología cruyffista en LaLiga Santander, después de diversas experiencias por el mundo.
La coincidencia ha querido que el estreno de Óscar García, quien ha estado en más de una ocasiones en las quinielas para ser entrenador del Barcelona, sea en el Camp Nou, donde los dos equipos competirán con dinámicas diferentes (el Barça es líder, mientras que el Celta es tercero por la cola), pero apurados por la situación que les empieza a agobiar.
En el caso del Barcelona, el equipo de Ernesto Valverde tiene un objetivo claro, como es un triunfo al precio que sea para evitar la pérdida del liderato y, sobre todo, que las aguas no se alteren en el club, después del empate esta semana en el Camp Nou contra el Slavia (0-0) en la Champions y la estrepitosa derrota el fin de semana pasado en el campo del Levante (3-1) en LaLiga.
El tropiezo en Valencia el fin de semana anterior devolvió la inquietud a un equipo que lleva viviendo este curso en el alambre, pues alterna buenos resultados con derrotas inapelables.
No obstante, merced a los tropiezos de rivales directos, el Barcelona sigue manteniéndose en el liderato, el cual defenderá mañana sin otro de sus titulares, el lateral Jordi Alba, quien ha recaído de una antigua lesión y estará un mes ausente. Esta baja debería darle la titularidad a un jugador como Júnior Firpo, con escasos minutos en su año de debut en el club.
En el centro del campo, después del mal partido contra el Levante, en que fueron alineados Arthur, De Jong y Vidal, y que el trío Busquets-De Jong-Vidal no funcionó contra el Slavia, existen dudas sobre la confección del grupo que tiene que imponer el juego en la medular, donde hace algunas semanas parecía que el grupo titular iba a imponerse con Arthur, Busquets y De Jong.
Delante, ante un partido más de baja de Luis Suárez por lesión, y que en el último choque, frente al Slavia, Oumane Dembélé acabó siendo sustituido por una nueva mala actuación, el tridente para el Celta apunta a dos indiscutibles como Greizmann y Messi, al que se podría sumar el joven Ansu Fati.
En las últimas cinco visitas del Celta al Camp Nou se han producido todo tipo de resultados, desde el 2-0 del año pasado, a un empate (1-1) el anterior, a dos goleadas (6-1 y 5-0), incluso un triunfo (0-1) del equipo gallego hace cinco cursos, el segundo en sus 53 visitas al feudo de los culés.
No parece el Barça, a pesar de no atravesar su mejor momento, el rival más idóneo para que Óscar García, sustituto de Fran Escribá, arranque con una victoria su etapa como entrenador de Primera División, pero las urgencias celestes exigen una reacción inmediata de un equipo que cayó a la zona de descenso tras encadenar cuatro derrotas seguidas.
El Celta de Escribá carecía de gol -seis tantos en doce partidos- y cometía errores, puntuales pero graves, en defensa. Son dos de los problemas que deberá resolver cuanto antes el técnico catalán, que en su presentación fue claro: quiere un equipo que sea protagonista con el balón.
Su apuesta por el fútbol ofensivo es innegociable. La duda está en si apostará por el clásico 4-3-3 de la "escuela blaugrana" o variará de sistema por la falta de extremos puros en la plantilla. Tiene dos alternativas: jugar con un delantero solo y tres jugadores por detrás o mantener el 4-4-2 que venía utilizando Escribá.
No valdrá, no obstante, el choque de Barcelona para sacar muchas conclusiones, pues el Celta seguirá sin poder contar, por lesión, con dos de sus referentes ofensivos: Rafinha Alcántara y Santi Mina.
Óscar García no revolucionará el once, pero sí medita retocar algunas piezas. Juncá tiene opciones de entrar en el lateral izquierdo, y el internacional turco Okay Yokuslu de recuperar la titularidad en el centro del campo. Si Aspas actúa en la línea de tres volantes, el uruguayo Toro Fernández se mantendría en ataque.