Messi, Luis Suárez y la mentira de las estadísticas

El FC Barcelona cierra el año con victoria. Un triunfo ante el Deportivo Alavés que refleja bien lo que ha sido este 2019: regularidad, constancia y algún que otro bache negro. El equipo babazorro pudo llegar a empatar en cinco minutos de bajón blaugrana, pero Leo Messi y Luis Suárez acabaron definiendo el partido como mejor saben.

El argentino echó un día más en la oficina. Su partido parecía gris y no conseguía estar tan fino como otras veces, más allá de que ya se había inventado varios pases diferenciales. En el 69', cuando peor lo pasaba el Barcelona, decidió con un golazo. Luego le dejó que Luis Suárez anotara el suyo desde los once metros para que el uruguayo, casi sin querer, se convirtiera en el protagonista absoluto del encuentro.

Luis Suárez: un gol y tres asistencias en un partido gris

El partido de Luis Suárez refleja a la perfección que las estadísticas son engañosas. Y más aún si sus datos del encuentro se comparan con los de Messi. El argentino sólo tuvo un 'highlight', pero qué 'highlight': salgo de la nada y te la pongo donde siempre, donde quiero, donde nunca llega el portero. Un golazo para la tranquilidad, el golazo que define el partido.

El uruguayo, en cambio, aparece en las fotos del resto de los goles. Anotó el cuarto tras un penalti que él mismo provocó, a pesar de que ni siquiera lo había pedido. Pero es que antes había dado las tres asistencias de los tres goles anteriores. Bien a Griezmann, bien a Arturo Vidal y bueno, digamos que la de Messi cuenta aunque sea sólo de manera estadística.

Sí, tres asistencias y un gol en un partido en el que, en líneas generales, Luis Suárez volvió a estar gris. Sus mejores acciones ofensivas fueron sin tocar el balón y dejándolo pasar para sus compañeros, porque en la mayoría de las veces que participó en las jugadas acababa perdiendo la pelota.

Luego llegan las grandes citas europeas, Luis Suárez no aparece y algunos se llevan las manos a la cabeza. ¿Cómo es posible, si está haciendo un temporadón? Su partido ante el Alavés es fiel reflejo de que las estadísticas, en ocasiones, son una completa mentira.