Dos partidos ha tenido el FC Barcelona para buscar una solución dentro de la misma plantilla a la lesión de Luis Suárez. Y dos partidos en los que Quique Setién ha encontrado resultado, al menos momentáneamente. Si Leo Messi se echó el equipo a la espalda ante el Granada, en esta noche de Copa fue Antoine Griezmann.
En plena búsqueda de un '9', el mismo Quique Setién lo reconoció el pasado sábado en rueda de prensa, y con Leo Messi de descanso, Griezmann se vistió de héroe en Can Misses. Cuando más falta le hacía al Barça, el francés llegó al rescate en Ibiza con un doblete decisivo.
Después de una primera mitad desastrosa. Con mucha posesión y ni un disparo a portería rival. También con un tanto en contra. Y con otro anulado al rival, que podría haber empinado aún más el partido. Después de una gran parada de Neto que mantuvo la esperanza al sentimiento azulgrana. Después de todo eso apareció el gran hombre de la noche.
Y no lo hizo de cualquier manera. Cuando más espeso estaba el equipo, Frenkie de Jong se sacó un sensacional pase de tiralíneas que Antoine Griezmann aprovechó para batir la portería de Germán.
Pero los superhéroes llegan en los momentos decisivos. Ahí apareció de nuevo el francés. En un partido que parecía abocado a la prórroga. El delantero galo culminó la remontada 'in extremis' con un doblete que echó por tierra la ilusión de los ibicencos.
No lo hizo de cualquier manera. Lo hizo tirando de clase, con una definición de libro. Resolvió a la perfección un pase filtrado de Jordi Alba que el francés disparó ajustado al poste.
De momento, en medio de encuestas y nombres, el francés se reivindica donde tiene que hacerlo. En el césped. Ahora Quique Setién tendrá que ver si con esto es suficiente para un equipo que aspira a todo esta temporada.