El FC Barcelona tardó en matar el partido de LaLiga Santander ante el Levante y terminó pasándolo mal al final. Los de Setién tuvieron ocasiones, sobre todo en la primera parte, pero no tuvieron su mejor día, más allá de Ansu Fati, de cara al gol. El ejemplo es Antoine Griezmann, que tuvo dos ocasiones claras en esos primeros 45 minutos.
Primero fue un mano a mano delante de Aitor Fernández y después un balón enviado por Semedo que no supo definir. Un mal día que terminó además con Griezmann siendo el primer cambio de Setién.
En el polo opuesto, la presencia de Nélson Semedo. El portugués cuajó uno de sus mejores partidos con la camiseta del Barcelona demostrando que, en un esquema como el de Setién, puede ser una de las piezas clave de este equipo.