El caso Dembélé: ¿por qué no termina de triunfar en el Barça?
En el fútbol de élite es muy complicado mantener un nivel alto de manera constante en el tiempo. Entran a jugar muchos factores externos e internos que moldean el rendimiento. Esta afirmación, que puede ser constatada y verificada muy rápido, la conoce bien Ousmane Dembélé, al que analizamos en ElDesmarque. El francés llegó a Barcelona en el momento equivocado, en un contexto nada favorable y con unas condiciones demasiado exigentes. Y si luego el futbolista tampoco pone de su parte… el cóctel sabe a rayos.
A tiempo están (tanto el club como él) de encauzar esta historia que, de momento, no está siendo beneficiosa para ninguno de los dos. El jugador está desaprovechando, ya sea por lesiones o por su propio hacer, los años más importantes de su carrera; y el FC Barcelona está viendo cómo una de las mayores inversiones de su más que centenaria historia se evapora cual humo sin obtener a cambio un rendimiento deportivo o económico.
Su rendimiento
Decía Kevin-Prince Boateng que Dembélé es como un niño al que tienes que aceptar. La disyuntiva llega cuando el niño de 22 años (que no debería serlo) cobra muchos millones de euros y tiene una responsabilidad. O varias. Como llegar a tiempo a los entrenamientos, cuidar su cuerpo, esforzarse… en definitiva, ser profesional.
Futbolísticamente no hay duda. Ousmane es un jugador con unas condiciones técnicas y físicas impresionantes. Tiene velocidad, manejo de ambas piernas, ritmo, regate, visión de juego, talento… Le hemos visto, a cuenta gotas, demostrar todas estas virtudes. Capaz de hacer un golazo con la zurda y luego tirar un penalti con la diestra. O de romper dos líneas rivales con una conducción trepidante.
Ha hecho 19 goles y ha repartido 17 asistencias en sus 74 partidos vistiendo la elástica azulgrana. Cualquiera diría que no son malos números. Lo que nos hace pensar qué sería de este futbolista si todo le hubiera ido de cara. Además, jugando, casi siempre, en una posición que lo potencia por sus características y rodeados de jugadores de talla mundial. Él debería ser la diferencia tan codiciada en un equipo que ataca en estático en muchas ocasiones. Pero, ¿por qué no ha triunfado en el Camp Nou?
Las lesiones
Es evidente que el principal motivo de su pobre rendimiento en el Barça ha sido la poca continuidad de la que ha disfrutado. Ha sufrido hasta nueve lesiones diferentes que le han privado de jugar un total de 80 partidos. Más de los que ha podido disputar. Un dato escalofriante para un futbolista de su edad. La mayoría, problemas musculares. Y eso, para un jugador como él, es un gran hándicap a la hora de encontrar el tono físico y las sensaciones.
La pregunta es: ¿por qué en Francia o Alemania no tenía estas lesiones?
El factor psicológico en Ousmane Dembélé
Este apartado está directamente relacionado con el aspecto psicológico. Estrés (por todo lo que rodeó su fichaje), malos hábitos, vida desordenada, horas de sueño… Todo influye. Una pescadilla que se muerde la cola con cada lesión. No todos los futbolistas maduran al mismo tiempo, ni se convierten en ejemplos de la noche a la mañana.
Tanto el club como él deben dar un paso adelante para intentar solucionar esto. Setién lo espera con ansia: “La va romper cuando vuelva. Vamos a hacer un gran fichaje con él”. Y lo cierto es que lo sería. Porque hay futbolista. Y del bueno.