El FC Barcelona reaviva el estado de alarma. Las sensaciones que transmite el equipo de Quique Setién no son buenas, pero el gol de Ivan Rakitic les permite mantenerse en la lucha por el título de LaLiga Santander. Mientras tanto, el técnico intenta buscar soluciones en una plantilla que se antoja especialmente corta y en la que se ve obligado a recurrir al filial. Riqui Puig y Ansu Fati brillan con luz propia y ya son más del primer equipo.
Frente al Athletic, Riqui Puig fue una de las pocas cosas positivas que se llevó a la boca el aficionado blaugrana. El centrocampista entró en el terreno de juego con media hora por delante para agilizar la velocidad del balón en la zona de tres cuartos. El Barcelona insistía e insistía una y otra vez en jugar por dentro y buscar a Leo Messi, que no tuvo su día. No cuajó una actuación estelar, pues el equipo no ayudó, pero al menos Puig sí le dio otro aire al centro del campo.
Menos minutos tuvo Ansu Fati, que salió en el tramo final. Pero los suficientes como para demostrar que merece más oportunidades. Estrelló una pelota en el palo y dio dos asistencias a Messi en la frontal que no acabaron en gol por poco. Ante la falta de ritmo de Luis Suárez y la inoperancia de Antoine Griezmann, Ansu Fati es el único que encara, intenta desbordar y genera algo desequilibrio cada vez que entra por la banda.
Riqui Puig lo tendrá factible para gozar de más oportunidades en este tramo final, pues Frenkie de Jong y Sergi Roberto andan lesionados y Sergio Busquets no podrá jugar el próximo encuentro por sanción. Ansu Fati, en cambio, sí lo tiene más difícil, pues Luis Suárez, Messi y Griezmann parecen incuestionables y Martin Braithwaite está aprovechando bien sus minutos.