Miralem Pjanic: orden y progreso
El FC Barcelona ha anunciado un traspaso a dos bandas con la Juventus que se venía cocinando a fuego lento pero sin pausa. Arthur Melo y Miralem Pjanic son los protagonistas de una especie de intercambio de cromos en el que los azulgranas firman rendimiento inmediato y los bianconeros talento para varios años.
Pero, ¿por qué Pjanic? ¿Qué busca la dirección deportiva del Barça con el bosnio? ¿Dónde encaja en el sistema azulgrana? En ElDesmarque desgranamos al centrocampista de Tuzla, que se convertirá en pieza clave en el engranaje de cara a la próxima temporada.
Miralem Pjanic (Tuzla, Bosnia y Herzegovina, 2 de abril de 1990) es un centrocampista diestro e internacional absoluto por su país. Un mediocentro que ha ido retrasando su posición con el paso de los años y de los equipos hasta convertirse en un todocampista capaz de dar equilibrio, defender, iniciar el juego, dinamizarlo, llevar la manija y llegar desde segunda línea al área rival. Como reza la bandera de Brasil: ‘orden y progreso’.
Tácticamente es un jugador muy inteligente, con mucha experiencia en el fútbol italiano (ocho temporadas entre Roma y Juventus) y con una magnífica lectura del juego y sus tiempos. Ha ido adquiriendo un sentido de la colocación exquisito al mismo tiempo que iba retrasando su posición. Algo que le ha permitido dosificar esfuerzos y mejorar su visión de juego, un aspecto en el que pocos le superan. Cada año ha visto más de cara el fútbol.
Ofrece la posibilidad de jugar como '5' por delante de la defensa, en un doble pivote (acompañando a Busquets) o como interior.
Sobresaliente en el golpeo
Si hablamos de aspectos técnicos, destaca, sobre todo, por su golpeo de balón. También uno de los mejores del panorama internacional. El bosnio es un especialista en el balón parado, ya sea en libre directo o desde la esquina. Tiene en su currículum una cantidad de goles de una gran belleza, tanto de golpe franco como en movimiento. Una característica cada vez más difícil de ver.
Pero más allá del golpeo, posee una técnica depurada que demuestra con controles orientados y pases muy precisos tanto verticales como en corto. Esto es clave para el estilo de juego del Barça. Conduce poco y juega sencillo.
Un fichaje de presente
Con 30 años recién cumplidos, está claro que la directiva azulgrana busca rendimiento inmediato con este fichaje. No es una incorporación de futuro, sino de presente. Un perfil de futbolista consagrado y asentado en la élite para llevar el mando de un equipo que pelea por todos los títulos.
Físicamente no es un jugador exuberante y seguramente haya llegado ya a su mejor versión, pero la experiencia le ha dado un nivel de madurez con el que suple las carencias que pueda tener en este sentido. Aun así, no tiene un historial de lesiones importante ni es propenso a ello.
Sin una buena versión de Arthur, con el futuro de Rakitic en el aire y la carga de partidos de Busquets. Con este plan, el Barça buscaba un centrocampista que pudiera hacer un poco de todo, que diera descanso o incluso liberara de trabajo a Sergio y que aportara desde el primer día. Y ese no es otro que Miralem Pjanic.