El desenlace de la eliminatoria de Champions League ante un emergente Nápoles marcará con fuego al FC Barcelona de Quique Setién, que se la juega a todos los niveles, desde el futuro del técnico, al prestigio de la plantilla o la credibilidad de una junta directiva que está en el centro de la diana.
Nadie se engaña en Barcelona. Caer ante el Nápoles sería un fracaso en toda la regla, a la altura de los cosechados en Roma o en Liverpool, pero esta vez en el silencio del Camp Nou, en un partido que tendría que darle el pasaporte a la fase final a los azulgrana.
Sin LaLiga, sin la Copa, el Barça se aferra a la Champions, la competición que se disputará a cuatro partidos, cuatro victorias para levantar el título, aunque el primer paso tiene que ser ante los napolitanos.
Los focos señalan a Setién, discutido desde su llegada al club, cuestionado por la plantilla, incluso por Leo Messi en público; unas diferencias que luego se suavizaron después de una reunión entre los dos y que se escenificaron en el campo con la goleada final en Vitoria ante el Alavés.
Pero también la plantilla está en entredicho. Ha dejado escapar LaLiga Santander con actuaciones cuestionables, un fútbol nada convincente y muy irregular. Los cambios de dibujo del entrenador solo funcionaron en una ocasión (ante el Villarreal), pero esta Champions express le da opciones a los azulgrana.
Cuatro partidos son un cara y cruz y en eso les ayuda. La suerte de la directiva es que después de que los aficionados mostraran su malestar durante los partidos que se jugaron en el Camp Nou ante la Real Sociedad y el Eibar, los encuentros ya no se han disputado con público a causa de la COVID, y todo se ha diluido.
Para mañana, Setién tiene dos bajas importantes y ambas en el mediocampo. Sergio Busquets y Arturo Vidal, sancionados por la amarilla que vieron en San Paolo. Tampoco estará Arthur Melo, declarado en rebeldía.
Además faltará a la cita Samuel Umtiti, que no se ha recuperado de sus eternos problemas en la rodilla, y también Ousmane Dembélé, de baja desde febrero y que llega muy justo al partido.
La gran noticia para Setién es la recuperación de Antoine Griezmann, que no pudo jugar los últimos partidos de LaLiga por una lesión.
Queda por saber el dibujo de Setién, si apuesta por una defensa de tres y puebla más el centro del campo, o si juega con un 4-4-2 y Leo Messi de enganche.
El Nápoles, con Lorenzo Insigne incluido en la lista, encara la visita al Camp Nou como el partido de su vida, pues una hazaña le permitiría alcanzar por primera vez en su historia un cuarto de final de la Liga de Campeones, tras fallar sus primeras dos oportunidades.
Fue eliminado en 2012 por el Chelsea, cuando fue remontado en Stamford Bridge pese al triunfo 3-1 de la ida, y en 2017, cuando el Real Madrid del técnico francés Zinedine Zidane le doblegó 3-1 tanto en el Bernabéu como en el San Paolo. Curiosamente Chelsea y Real Madrid luego fueron campeones de Europa.
Tras empezar negativamente la temporada con Carlo Ancelotti en el banquillo, el Nápoles apostó en diciembre por Gennaro Gattuso y el nuevo entrenador ha dado más solidez a su equipo, sin renunciar a una propuesta de juego ofensiva y basada en la posesión del balón.
A base de sacrificio defensivo, el equipo italiano conquistó la final de la Copa Italia y la ganó en la tanda de penaltis contra la Juventus de Turín, lo que le dio la seguridad de jugar la próxima Liga Europa pese a terminar en una decepcionante séptima posición en la Serie A.
Acabó su campeonato liguero el 1 de agosto con un triunfo contra la Lazio (3-1), pero sobre todo con una lesión muscular sufrida por su capitán Lorenzo Insigne que disparó las alarmas. El extremo italiano sufrió una lesión en el tendón del abductor izquierdo, aunque ha conseguido volver a entrenar completamente con el grupo a partir y ha entrado en la lista de convocados.
Gattuso está pendiente de sus condiciones para elegir el once definitivo, en el que no hay dudas sobre la presencia del belga Dries Mertens, autor del 1-0 en la ida del San Paolo, y del español José Callejón, dos elementos "innegociables" para él.
La sensación es que difícilmente Insigne podrá ser titular y los favoritos para reemplazarlo son el mexicano Hirving Lozano, más ofensivo, y el macedonio Eljf Elmas, que garantiza más equilibrio.
También serán titulares el meta colombiano David Ospina, el senegalés Kalidou Koulibaly y el griego Kostas Manolas en la zaga y el español Fabián Ruiz, exjugador del Real Betis.