El único mosquito macho que sabe picar (cuando quiere) está en el Barça

Ousmané Dembélé ha vuelto. Al menos eso parece tras ver su encuentro en Turín. El extremo francés, esta vez en la derecha -posición en la que mejor rindió en Dortmund-, completó un notable encuentro ante la Juventus con un buen gol y una actuación que recuerda a su mejor versión. El único mosquito macho que sabe picar está en el Barça.

Si por casualidad usted no lo sabía, el mosquito macho no pica. Se alimenta de néctar y es el femenino el que causa esas molestias picaduras. Eso que se lleva si no lo sabía, como casi nada sabía que Dembélé volvería a mostrar su versión más notable en Turín.

Su titularidad fue una buena sorpresa. Con Pedri en el otro extremo y Messi junto a Griezmann en el ataque, el extremo francés contaba con la oportunidad perfecta para acallar las críticas y arrancar algún elogio. Y lo consiguió.

Durante la primera mitad fue uno de los mejores en el Barça: desborde, velocidad, descaro y un buen gol con la inestimable ayuda de Chiesa. Tras recoger un balón en la frontal, encaró, se cambió de pierna y su disparo, que tocó en el jugador de la Juve, protagonizó una parábola imposible para el meta de la Juve.

Tras el gol, más velocidad. La Juve, con el ex del Real Madrid Danilo como lateral zurdo, nunca interpretó bien la presión por su costado y Dembélé apenas necesitó a Sergi Roberto para ser la vía de escape de la presión italiana.

Si Ousmané aguanta el ritmo, si se mantiene regular y muestra esta versión en más encuentros -al menos la de la primera mitad-, Koeman habrá ganado un recurso. Y el FC Barcelona, al fin, respirará tras la inversión realizada.