El FC Barcelona utilizó ante el Levante UD el sistema de juego 4-3-3 de inicio por primera vez desde que Ronald Koeman es el entrenador del conjunto azulgrana y se reencontró con el triunfo al vencer por 1-0 a los 'granota' después de las derrotas ante el Cádiz y el Juventus de Turín.
Desde su llegada el técnico holandés instauró el 4-2-3-1. Así, el esquema que caracterizó los mejores años de la historia del Barça no se utilizaba desde el 2-8 ante el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones disputados en pleno mes de agosto con Quique Setién en el banquillo.
El cambio abrió un debate extenso e intenso en el entorno azulgrana entre los defensores a ultranza del 4-3-3 y los que consideran que el estilo de juego va mucho más allá de un dibujo inicial determinado y que, por lo tanto, el 4-2-3-1 no es una herejía. Sobre todo en un momento en el que el equipo necesita un revolcón.
Y ahora el regreso al 4-3-3, aunque sea de manera puntual, sorprendió por el día escogido: poco más de 24 horas después de que Koeman sentenciara en rueda de prensa que los jugadores no le habían hecho llegar su descontento por el 4-2-3-1 como habían informado algunos medios de comunicación.
El entrenador del Barcelona desplazó a Braithwaite de la posición de 'nueve' a la banda izquierda, puso a Griezmann por la derecha del ataque y dejó el centro para Leo Messi.
En el medio del campo, De Jong avanzó de la posición de pivote a la de interior derecho y la de interior izquierdo fue para Coutinho. El pivote se lo quedó Sergio Busquets.
Esa fue la disposición en ataque, pero en defensa el dibujo se transformó en un 4-1-4-1, con Messi como jugador más adelantado y liberado de las tareas defensivas. Tanto Griezmann como Braithwaite ayudaron a Coutinho y a De Jong en esta función de cortafuegos.
Aunque el Barça dispuso de claras ocasiones de gol, sobre todo dos de Griezmann y una de Lenglet a puerta vacía, no encontró el camino del gol ni tampoco la fluidez en el juego.
Esta la buscó Koeman con la entrada de Pedro González 'Pedri' a los quince minutos del segundo tiempo en sustitución de Sergio Busquets, un cambio que provocó que De Jong retrasara su posición al pivote.
En ese momento del partido el Barça ya había conseguido encerrar atrás al Levante, que encontró en la construcción de una muralla defensiva la forma óptima de protegerse del lento y momentáneamente infructuoso asedio azulgrana.
Con la entrada de Trincao por Coutinho el Barça regresó al 4-2-3-1. Braithwaite volvió a su guarida de 'nueve', el portugués arrancó por la izquierda, Griezmann por la derecha y Messi se quedó la mediapunta. Pedri y De Jong fueron los pivotes.
Pero el fútbol a veces no entiende de sistemas de juego y son los detalles los que acaban decidiendo su destino. Una pérdida del Levante en la salida del balón se convirtió en un pase decisivo de De Jong para Messi, que definió con la izquierda. Fue el gol número 642 del jugador argentino con la camiseta del Barça. Ya solo está a uno de los que acumuló Pelé con el Santos.
🤨 El cambio de Koeman en el minuto 89 que define a este Barça https://t.co/fDCvZuY1AC
— ElDesmarque Barça (@ElDesmarque_FCB) December 13, 2020