Llegó como fichaje estrella, un fichaje galáctico para formar un tridente de ensueño. Pero su paso por el FC Barcelona está siendo cada vez más decepcionante. Un primer curso muy alejado de su mejor nivel y una segunda temporada en la que, en lugar de dar un paso adelante, parece haber dado dos hacia atrás. Hablamos de Antoine Griezmann, que sigue perdiendo escalones en el orden de prioridades de Ronald Koeman.
Le han adelantado prácticamente todos. Ante el SD Huesca, el técnico le volvió a dejar en el banquillo para formar un tridente con Dembélé, Braithwaite y Messi. Además, Pedri completaba el centro del campo para actuar como enganche. Los cuatro están por delante del francés y casi podrían ser seis, en caso de que Coutinho y Ansu Fati no estuvieran lesionados.
En El Alcoraz, el delantero volvió a ser suplente y no saltó al terreo de juego hasta el minuto 81. Entró en lugar de Martin Braithwaite, quizás el que menos participó en el ataque blaugrana. Se quedó en el campo Dembélé, que estuvo muy activo partiendo desde la izquierda con desborde y verticalidad, dos cualidades que ahora mismo no parece tener el propio Griezmann. Su participación durante esos diez minutos, actuando como '9', fue bastante escasa, por no decir nula. Tocó tres balones y perdió uno de ellos en ese rato.
Buena parte de la afición, mientras tanto, sigue criticando el rendimiento del francés. "Hemos perdido muchos puntos esta temporada por tener a Griezmann y Coutinho en el campo", escribían algunos. "Ha pasado de querer comer en la mesa de Messi a no comer ni en la de Braithwaite", decían otros.
Griezmann ha pasado de querer comer en la mesa de Messi a no comer ni en la de Braithwaite...
— Universo FCBarcelona (@UNIVERSO_1899) January 3, 2021
Con Leo, Pedri y Dembo, Griezmann es INNECESARIO.
— 💙❤️ Barça Bourne 💙❤️ (@barca_bourne) January 3, 2021
Sea como fuere, lo que sí es evidente es que el '7' no está cumpliendo con las expectativas. Suplente ante el Valladolid, sustituido en el duelo ante el Eibar con empate en el marcador y apenas diez minutos ante el Huesca. Koeman le sigue quitando protagonismo y Griezmann tampoco da argumentos para cambiar su opinión.