Óscar Mingueza vale para todo. Empezó el Clásico ante el Real Madrid como central, luego cambió su posición a lateral diestro tras el descanso y, además, también sabe ejercer de goleador. El canterano del FC Barcelona puso el 2-1 en el marcador en el inicio de la segunda mitad al rematar en el área un buen centro de Jordi Alba desde la izquierda. Un remate muy forzado y casi con la espinilla, pero que valía igual y que dio alas al Barça en Valdebebas.