Leo Messi, sí o sí, tenía que dejar su sello en la final de Copa del Rey entre FC Barcelona y Athletic, y de qué manera. En la final entre ambos equipos en 2015, el argentino anotó un gol antológico arrancando desde el centro del campo y el '10' lo quiso igualar en La Cartuja.
Esta vez no fue una arrancada en solitario y Leo Messi tomó a Frenkie de Jong como su compañero de batallas. Dos paredes con el centrocampista neerlandés llevaron al capitán culé a plantarse en el área y, tras un regate en una baldosa a Unai Núñez, terminó batiendo con todo a favor a Unai Simón.