Leo Messi fue protagonista indiscutible del duelo que enfrentó al FC Barcelona con el Getafe CF este jueves en el Camp Nou. El delantero argentino anotó dos de los cinco goles que logró su equipo y sirvió otro, pero también fue protagonista por uno de los goles que no anotó.
Y es que en la última jugada del partido, Antoine Griezmann provocó un penalti. Las cámaras se giraron de inmediato hacia Leo Messi, habitual lanzador desde los once metros del equipo azulgrana. El argentino optaba a un nuevo hattrick con el que aumentaría su ventaja en el Pichichi y apretaría la lucha por la Bota de Oro, pero fue ahí cuando llegó su gesto de capitán.
El argentino cedió el penalti a su compañero Griezmann que así pudo desquitarse de su gris partido.
Grande messi