Una exhibición. Eso es lo que ha protagonizado Pierre-Emerick Aubameyang en el Santiago Bernabéu. Llegó en enero al FC Barcelona, en los últimos días del mercado de fichajes, sin hacer mucho ruido. Y ya está cerca de convertirse en el máximo goleador del equipo. Ante el Real Madrid estuvo en todas: marcó el primero, dio una asistencia de tacón en el tercero y también firmó el cuarto.
El primero fue un gol para poner en las escuelas. Desborde, verticalidad, precisión y eficacia. Como era de esperar, Ousmane Dembélé se aprovechó de Nacho por su banda y adelantó al FC Barcelona ante el Real Madrid a la media hora de juego. El francés se marchó hasta línea de fondo por la banda diestro y su centro fue perfecto, al corazón del área. Allí apareció Aubameyang, cuyo cabezazo fue directo a la red.
Su siguiente participación directa llegó en el tercero, nada más pasar por el túnel de vestuarios. En este caso, una gran jugada colectiva del cuadro blaugrana que acaba con un taconazo del gabonés a Ferran Torres. El valenciano fusiló a Courtois y elevó el 0-3.
Y poco después, otro gol de Aubameyang, esta vez con suspense, para hacer el 0-4. Otra gran jugada de tiralíneas de un Barcelona que se aprovechó de la terrible debilidad defensiva del Real Madrid. El delantero se quedó solo ante Courtois y picó el balón por encima del meta con muchísima calidad.