En el Barça tienen un problema que han mantenido en secreto, pero que no se puede ocultar más. Porque va siendo hora de comenzar a valorar si la inversión que realizaron por Ferrán Torres fue un acierto, o está siendo una decepción. Lo cierto es que hicieron una apuesta muy importante por él, después de pagar una cantidad cercana a los 55 millones de euros en enero, y no ha acabado de ser tan decisivo como se esperaba. Aún y así, es un fijo para Xavi Hernández.
Joan Laporta llegó a un acuerdo con el Manchester City debido a la insistencia del entrenador, que estaba convencido de que era un refuerzo necesario, y no tenía ninguna duda de que iba a triunfar, y su impacto iba a ser inmediato. Pero por el momento no se puede decir que haya sido del todo así, pues ha dejado unas sensaciones muy irregulares, y una parte de la afición ya tiene dudas sobre su valía. Y peor se pueden poner las cosas en los próximos meses.
Anssumane Fati ya está prácticamente recuperado, y pronto se espera que pueda aparecer de inicio. El principal perjudicado sería el ex del Valencia, que perdería su condición de intocable en los esquemas de Xavi. Tampoco hay que olvidarse de la presencia de Memphis Depay, que está dejando muy buenas actuaciones recientemente, ni de Ousmane Dembélé, cuya renovación aún es posible. Es decir, que la competencia es brutal.
Así que Ferrán solo tiene una opción: ponerse las pilas, y comenzar a ser más determinante. Su gran punto débil es la puntería, pues le falta resolver mejor las jugadas, y sobretodo, entrar mucho más en contacto con el balón. No es raro verle desaparecer a lo largo de los 90 minutos, y pasar completamente desapercibido. Aún tiene crédito, pero todos conocemos como se las gasta la grada en el Camp Nou, y si no espabila, no tardará poco en recibir sus primeras pitadas.
Laporta, por su parte, es el primero que cruza los dedos para que Torres comience a desplegar su mejor versión, esa que habitualmente exhibe con la selección española, pues Luis Enrique sí es capaz de exprimirle al máximo. Pagaron demasiado dinero para tirarlo a la basura, y difícilmente podrían recuperar esa cantidad, en caso de ponerlo en la lista de prescindibles.
En caso de que firmen a Raphinha, del Leeds United, el futuro de extremo de 22 años sería una verdadera incógnita.