El FC Barcelona ha hecho conjura para reestablecer la paz entre la plantilla, cuerpo técnico y directiva. Tras las informaciones de la guerra entre los capitanes y Xavi Hernández y Joan Laporta en el vestuario, el técnico organizó una cena en la que hubo miembros de todos los estamentos del club este miércoles y que pagó Sergio Busquets.
Tras la victoria en Champions ante el Viktoria Plzen, los barcelonistas han acudido a Can Ferran, un lugar de gran tradición dentro de la historia culé. A ella acudieron también miembros de la directiva como Jordi Cruyff y toda la plantilla azulgrana, incluyendo a Gerard Piqué y Jordi Alba.
El Barcelona va a una para intentar mejorar la imagen de la temporada después del mazazo de la eliminación en UEFA Champions League. Ahora, el equipo se deberá centrar en la Europa League para intentar evitar un susto como el del Eintracht de Frankfurt el año pasado y en volver a conquistar LaLiga Santander, donde sólo les separa un punto del Real Madrid.
Los problemas entre Busquets, Piqué y Jordi Alba con Xavi Hernández y la directiva de Joan Laporta han quedado atrás y los jugadores remarán sea cual sea su futuro a final de temporada. Lo primero es sellar los dos partidos antes del Mundial, ante Almería y Osasuna, con victorias para llegar al parón con un mejor sabor de boca.
Después de casi tres horas de cena, los miembros del Barcelona abandonaron Can Ferran después de una noche que puede servir para enderezar el rumbo hasta final de temporada. Cenas como la de este miércoles son claves a la hora de fomentar el compañerismo y la unión de una plantilla que había quedado tocada por las decisiones sobre los pesos pesados de la plantilla.