Joan Laporta ya se ha puesto manos a la obra con la intención de cerrar uno de los movimientos que más prioridad tiene ahora mismo en la actualidad del Barça. Porque es fundamental deshacerse del sueldo que le adeudan a Gerard Piqué, un jugador que ha sido señalado por sus errores cuando le ha tocado saltar al terreno de juego. Ahora que ya se sabe que no acabará la temporada, y colgará las botas con efecto inmediato, tienen otra petición que hacerle.
Y en el diario ‘Sport’ apuntan que las negociaciones habrían comenzado, y tienen un plan para conseguir que, después de anunciar su retirada, se marche renunciando a todo lo que le queda por cobrar. En concreto, esta cifra es de 80 millones de euros, una cantidad que supondría un tremendo alivio para las arcas azulgranas. Pero en un principio, el central catalán no parecía estar demasiado dispuesto a perdonar esa astronómica deuda que tienen con él.
Siempre ha manifestado su deseo de permanecer en el Camp Nou y de cumplir el contrato que firmó con Josep María Bartomeu en la presidencia. Pero finalmente ha optado por colgar las botas, de manera sorprendente, a mitad de curso. Ahora solo queda por conseguir que perdone lo que el club le debe. Y ya tienen claro cuál será el discurso que utilizarán para tratar de convencer al ex del Real Zaragoza y del Manchester United.
Porque confían en que Piqué recule, y acabe aceptando marcharse por las buenas, para intentar lavar su imagen, y ganarse el perdón de la afición. Y es que, en cuestión de solamente unos meses, ha pasado de ser uno de los capitanes y de los ídolos de la grada, a convertirse en un enemigo. En el Barça no pueden tapar más lo que está ocurriendo, y cruzan los dedos para que entre en razón. Además, también tiene que pensar en su futuro.
Y si el defensa de 35 años de verdad quiere presentarse a las elecciones del club algún día, lo primero que tendrá que hacer será que ama a la institución por encima del dinero. Perdonar los 80 ‘kilos’ que le adeudan sería una buena manera de hacerlo. Para ello habrá una reunión que se prevé alta tensión.