Cristiano Ronaldo fue un nombre que estuvo sobre la mesa del Barça en verano, y que ciertamente, estuvo cerca de aterrizar. Porque Joan Laporta veía con buenos ojos su posible fichaje, y tenía un acuerdo prácticamente cerrado con el jugador, que estaba dispuesto a traicionar al Real Madrid, y con su representante, Jorge Mendes, que prometió hacer todo lo posible para lograr que el Manchester United le dejara ir a un precio muy bajo.
Pero cuando todo estaba a punto de caramelo, apareció la figura de Xavi Hernández para encargarse de que esta operación no fructificara. Así es como lo aseguran desde ‘El Nacional’, donde se atreven a dar más detalles y revelan algunos secretos. Al parecer, el de Terrassa no quería tener en sus filas a un futbolista que claramente había experimentado un declive en su rendimiento en las últimas temporadas, y que ya tenía 37 años.
Tampoco estaba convencido de su adaptación al vestuario, y pensaba que podía convertirse en un problema y en una persona tóxica para el resto de sus compañeros debido a su egocentrismo y su personalidad. Así que obligó a que en el Camp Nou paralizaran todas las conversaciones, y optaran por olvidarse de esta posibilidad. Eso es justamente lo que hicieron, obligando al portugués a tener que seguir en Old Trafford en contra de su voluntad, pues tampoco tenía más propuestas.
Y el tiempo ha dado la razón al ex técnico del Al-Sadd. Cristiano se encuentra en el momento más delicado de su carrera, al no entrar en los planes de Erik Ten Hag, y tener un rol completamente residual. A eso hay que sumar los problemas que ha tenido con la directiva e incluso con sus compañeros, pues en varios periódicos, como ‘Mundo Deportivo’, han informado que ha sido expulsado del grupo de WhatsApp de los jugadores.
Todo, a raíz de sus últimas declaraciones, donde no dejó títere con cabeza, pues Ronaldo aseguró sentirse traicionado y poco comprendido en el United. Su salida en enero, por lo tanto, es un hecho.