Jude Bellingham está tanteando sus opciones de futuro, si bien por el momento no ha tomado una decisión. Lo que sí tiene claro es que no acabará en el Barça, que hace tiempo estudió su incorporación, pero Joan Laporta y Mateu Alemany no tuvieron más remedio que descartarlo, debido a su elevado precio, que supera los 100 millones de euros. Sin embargo, el futbolista tampoco estaba seducido con la idea de acabar el proyecto de Xavi Hernández.
La estrella del Borussia Dortmund quiere aterrizar en una escuadra que le garantice pelear por todos los títulos desde el primer día, y en el Camp Nou no se lo pueden asegurar en estos momentos, pues todavía tienen mucho trabajo por delante para consagrarse como aspirantes a la Champions League. Así ha quedado demostrado este curso, en el que han vuelto a hacer el ridículo, cayendo eliminados en la fase de grupos por segundo año consecutivo.
Al margen de esto, tampoco podían competir con el sueldo que le ofrecen en otros combinados. Por ejemplo, el Manchester City, que se ha obsesionado completamente con la incorporación del astro inglés, quien se ha acabado de consagrar en el Mundial de Qatar, y ha confirmado que es uno de los mejores centrocampistas del planeta. Pep Guardiola no tiene ninguna duda de que es un refuerzo necesario, y más si Ilkay Gündogan acaba marchándose.
Y para ello puede hacer un sacrificio importante, permitiendo la salida del fichaje más caro de la historia de los ‘citizens’. Evidentemente, estamos hablando de Jack Grealish, que aterrizó hace poco más de un año en el Etihad Stadium procedente del Aston Villa, a cambio de unos 116 ‘kilos’. Una inversión que nunca ha dado sus frutos, pues su rendimiento ha estado muy por debajo de las expectativas, y ha sido incapaz de asentarse como titular.
Guardiola estaría dispuesto a traspasarlo para hacer caja, y dejar hueco a Bellingham, como señalan en el portal web ‘Bernbabéu Digital’.
El ridículo lo haces tú con estos comentarios,ya se sabe que el barça no tiene un duro,después de un presidente veleta y unos sueldos sobrevalorados por el efecto Messi.