Joan Laporta vivió un intenso mercado de fichajes de verano para tratar de dar un aire nuevo a la plantilla de Xavi Hernández. El presidente culé no cesó a la hora de buscar nuevos nombres que elevaran el nivel del equipo, pero entre tantas opciones tuvo que hacer descartes, debido a la limitación por el fair play financiero, y uno de ellos ha brillado especialmente en la final del Mundial de Qatar entre Argentina y Francia. Ahora, en la Ciudad Condal se tiran de los pelos.
Se trata de Ángel di María. El fideo fue el invitado inesperado a la fiesta de Lusail. Una lesión, igual que en Brasil 2014, le apartó del protagonismo en el once de Lionel Scaloni. Titular en todos los encuentros de la fase de grupos sufrió una dolencia muscular en el tercer partido, ante Polonia. Y, hasta este domingo, no volvió a salir de inicio.
Pasada la media hora de la final cruzó de primeras un balón recibido por Alex Mac Allister para superar por segunda vez a Hugo Lloris. Era el segundo. El gol que ensanchaba la renta argentina y que parecía acerca a la Albiceleste a su tercera copa.
Había sido la segunda aparición del fideo que poco antes había forzado un penalti, cometido por Ousmane Dembelé, transformado por Leo Messi, que rompió el equilibrio de una encuentro dramático.
Y ahora, en el Barça recuerdan cuando hace unos meses el futbolista argentino se ofreció para fichar en verano. Desvela Mundo Deportivo que Di María se ofreció para recalar como agente libre en el cuadro culé. En ese momento, Xavi Hernández lo vio con buenos ojos, pero fue descartado por una cuestión estructural y de edad.
En ese entonces parecía que Dembélé no iba a continuar en la Ciudad Condal y Raphinha se veía como un fichaje claro que solo costaba 25 millones de euros si el Leeds descendía. Y en ese entonces estaba en descenso.