Competir es atacar, competir es defender. Competir es lo que ha hecho el Barça en el Clásico ante el Real Madrid, logrando un valioso triunfo que le da ventaja de cara al partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey. Xavi Hernández se disfrazó de Simeone, plantó el autobús en el Bernabéu y se llevó un 0-1 con un guion que nadie esperaba.
Un Barça ultradefensivo. El dato es demoledor: ¡el Barça sólo tuvo un 35% de posesión! Un dato probablemente histórico ante un Real Madrid que tuvo la pelota, que atacó sobre todo durante toda la segunda mitad y que, aún así, no terminó de inquietar en exceso.
Otro dato brutal: ¡0 disparos a puerta del Real Madrid! Un encuentro más propio de Simeone y su Atleti, achicando balones y dando pelotazos, intentando salir al contragolpe. Así también vale, por supuesto. Hay que recordar que no estaban Lewandowski, Pedri ni Dembélé, pero tampoco Christensen. Y con todo, un 0-1 en el Bernabéu, defendiendo en 4-5-1, perdiendo de manera alarmante la posesión y mostrando muchísima solidez atrás.
No es Simeone, es el Barça de Xavi y ha ganado en el Bernabéu.