Munuera Montero explica a Militao que Vinicius "coge del cuello a De Jong" y lo tira al suelo

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A continuación, la noticia corregida.

La jugada más polémica del Real Madrid – Barça de Copa del Rey la protagonizaron Vinicius y De Jong, en un forcejeo que rozó la roja. Es verdad que se agarran los dos, pero el brasileño va mucho más allá, cogiendo primero de la cara y luego del cuello a su rival hasta tirarlo al suelo. Una jugada con cierta similitud a la que protagonizaron Savic y Ferrán Torres en el último Barça- Atlético de Madrid y que costó a ambos jugadores la expulsión. Da la casualidad de que Munuera Montero también era el árbitro de aquel partido.

Vinicius vio amarilla aunque se jugó el ser expulsado. Durante la revisión del gol del Barça, Munuera Montero explica a Eder Militao la amonestación al brasileño. “Eder, escúchame, escúchame, lo coge del cuello y lo tira al suelo”. Le dice el árbitro al central del Madrid.

Fue un partido tenso, con tres tarjetas amarillas por equipo, en el que el Barça, además de reclamar la roja para Vinicius, no se explica que el brasileño no viera al menos la segunda amarilla en esa jugada por la protesta al árbitro. Una protesta que incluyó, entre otras cosas, señalarle con el dedo apenas a unos pocos centímetros. Además, el brasileño protagonizó otra airada protesta en el minuto 85 de partido, cuando Munuera cortó una jugada en la que penetraba al área. El brasileño volvió a enfadarse y recriminó con gestos ostensibles de desaire al colegiado. Tampoco en esta ocasión vio la segunda amarilla.

Vinicius, tenso todo el partido en la derrota del Madrid

El partido se lo llevó el Barcelona por la mínima (0-1) dejando abierta la eliminatoria para la vuelta pero con un botín muy preciado en el Bernabéu. Sin Lewandowski, ni Dembelé, ni Pedri, el conjunto azulgrana tiró de rigor táctico y defensivo para ganar al Real Madrid, que llevó poco peligro a la portería de Ter Stegen en forma de ocasiones claras, salvo una de Modric muy al principio del encuentro y un tiro de fuera del área de Vinicius en el segundo tiempo. En definitiva, un partido que con la pelota dominó el Madrid pero en el que el Barça supo encontrar sus armas para doblegar el eterno rival.