La paciencia de Pablo Torre se ha agotado, y es un caso que no tiene solución. Se siente profundamente engañado por el Barça, que le convencieron el pasado verano para que firmara, prometiéndole que tendría minutos y continuidad con el primer equipo, y sería una pieza valiosa. Le pusieron como ejemplo a Pedri González, que también llegó después de destacar fuera de La Liga Santander, y rápidamente se convirtió en titular indiscutible y una de las estrellas del club.
Pero la realidad está siendo muy distinta para el cántabro. Tan solo ha disputado siete encuentros a las órdenes de Xavi Hernández, logrando un gol y una asistencia, y ha tenido que conformarse con ser suplente habitual y jugar tan solo los partidos intrascendentes o disputar los minutos finales. Por ello en enero solicitó que le dejaran marchar, una petición que fue denegada por Joan Laporta y por Mateu Alemany, que le prometieron que tendría más oportunidades en el segundo tramo del curso.
Algo que nuevamente ha sido mentira. Las únicas veces que ha podido pisar el terreno de juego ha sido bajando con el filial, y compitiendo en Primera RFEF, una categoría que el año anterior demostró que se le quedaba muy pequeña, siendo la gran estrella y el artífice del ascenso del Racing de Santander a La Liga SmartBank. Como señala el diario ‘Sport’, el internacional español sub 21 ha llegado a la conclusión de que lo mejor que puede hacer el próximo mercado es abandonar el Camp Nou.
Ya no se creerá nada de lo que le digan, y quiere marcharse a otro lugar donde sí le prometan rodaje y poder coger más experiencia en la élite. Tan solo falta por conocer cuál será el destino de Torre, que ha sido vinculado a Celta de Vigo, Real Club Deportivo Mallorca, Real Betis Balompié o Unión Deportiva Almería, y si el Barça permitirá su cesión o le dejará marchar traspasado a título definitivo. Hay que recordar que invirtieron cinco millones de euros por su contratación.
Pablo no seguirá, y se irá cansado de Xavi.